La televisión pública noruega NRK difundió hoy una encuesta en que la gran mayoría de la población, coincide en que el autor confeso del doble atentado en Oslo y Utoya de julio pasado, Anders Behring Breivik, no debe quedar libre nunca, independiente de la pena que se le podría aplicar. Mientras, sólo el 7 % apoya una hipotética puesta en libertad en el futuro.

El sondeo arroja además, que la mitad de los noruegos se muestran críticos con la conclusión del informe psiquiátrio sobre Breivik. El 48 % considera que una condena a tratamiento psiquiátrico forzoso estaría en contradicción con el sistema judicial, mientras que el 36 % la consideraría conforme a su concepción del derecho.

El informe médico, cuyas conclusiones fueron difundidas ayer, señala que Breivik padece "esquizofrenia paranoide" y "delirios de grandeza" y que estaba en estado psicótico cuando perpetró la matanza en Utoya y durante las entrevistas con los psiquiatras que hicieron el estudio, por lo que no es imputable.

De confirmarse este diagnóstico, que aún tiene que aprobar la Comisión de Medicina Forense, la Fiscalía ha anunciado que pedirá que Breivik sea condenado a permanecer en una institución psiquiátrica, de por vida si se considera que es un peligro social. Aunque en principio el tribunal no está obligado a seguir las recomendaciones de los expertos psiquiátricos, en la práctica jurídica noruega ocurre muy rara vez.

Breivik fue informado del resultado del informe en la comisaría central de Oslo, adonde fue trasladado ayer de forma imprevista desde la cárcel de Ila para interrogarle de nuevo. "Parece que no lo quiere aceptar y que le ofende la conclusión. Dijo que temía que esto ocurriera", declaró el fiscal Christian Hatlo.

El resultado del informe ha provocado también controversia en la política noruega.

El Partido Laborista del primer ministro, Jens Stoltenberg, y el Partido Conservador, primera y tercera fuerzas parlamentarias, respectivamente, se han mostrado respetuosos con las conclusiones de los expertos. No así el populista Partido del Progreso, líder de la oposición, ni el Partido Cristianodemócrata, que han pedido un nuevo informe.

"Es completamente incomprensible y sorprendente que una persona que durante años ha planeado actos en detalle y ha sido capaz de realizarlos sea considerada no imputable. La mayoría de la gente no lo va a entender", dijo Per Sandberg, vicepresidente del Partido del Progreso.