Hoy comenzó una cuarta jornada de declaraciones en el juicio contra Conrad Murray, acusado de homicidio involuntario en el caso de la muerte de Michael Jackson. Durante la mañana, prestaron sus declaraciones un experto en equipamento médico, un antiguo paciente del doctor, y uno de los paramédicos que atendió el llamado de emergencia. Según comentó este último, si Murray hubiese llamado al 911 apenas Jackson comenzó a presentar problemas, el artista podría estar con vida.

Según la declaración del paramédico, identificado como Richard Senneff, Murray llamó a las 12.22 horas, y que llegó a la residencia de Jackson sólo cuatro minutos más tarde. Pero según comenta, cuando vio al cuerpo sin vida del artista, se pudo percatar que éste se encontraba en ese estado desde hace varios minutos.

En el dormitorio de Jackson, Senneff pudo ver que había una serie de equipamentos médicos, por lo que le preguntó a Murray cuál era la condición médica del paciente, a lo que el doctor le dijo que no había ningún problema. Además, el paramédico declaró que, pese a que Jackson se encontraba conectado a varios tubos, Murray le aseguró que sólo le había dado Lorazepam.

Antes de eso, Bob Johnson, experto en equipamento médico, había declarado que Murray utilizaba aparatos poco adecuados para tratar a Jackson. Por ejemplo, el monitor que utilizaba el doctor no contaba con una alarma, por lo que era imposible percatarse si algo anormal estaba sucediendo.

El segundo testigo de la mañana fue Robert Russell, un antiguo paciente de Murray, quien aseguró que, pese a padecer severos problemas cardíacos, el médico lo abandonó, cancelando una serie de consultas importantes, tras haber sido contratado por Michael Jackson.