Francia se ha transformado en uno de los países con más llegada de migrantes en Europa. Símbolo de ello fue la conocida "Jungla" de Calais, que acogió a más de 6.000 personas pero que fue desmantelada hace unas semanas, trasladándolos a centros de acogida en distintos puntos del país.

Y para evitar la formación de campamentos informales en las calles, París abrió este jueves un centro humanitario para migrantes y refugiados con capacidad de 400 personas en el norte de la ciudad.

Este lugar se estima que acogerá diariamente entre 50 y 80 personas, que es el promedio de migrantes que llegan cada día a la capital francesa.

Este centro está destinado únicamente a hombres y que los albergará entre cinco a diez días  para orientarlos hacia otros lugares que puedan ir de acuerdo a su situación personal, dándoles a conocer sus derechos y las gestiones que deben realizar para obtener asilo.

"La idea es crear un lugar en donde cada migrante podrá ser acogido de  forma digna y humana", señaló el director general de la asociación humanitaria  Emmaüs, que gestionará el establecimiento.

"También les propondremos una ayuda de regreso voluntario" a sus países,  explicó Didier Leschi, director de la Oficina francesa de inmigración y orientación que envió al centro a 16 de sus agentes.

Un segundo centro abrirá a principios del 2017 destinado a mujeres y familias a la periferia sudeste de la capital.