En medio de su campaña por ser la primera mujer en tomar las riendas de la alcaldía de París tras las próximas elecciones del 23 de marzo, la candidata de centroderecha del partido Unión por un Movimiento Popular, Nathalie Kosciusko-Morizet, se deja tiempo para actividades sociales. Su melena rubia y ondulada resaltaba junto a su elegante traje negro de Dior, que vistió en la primera fila del desfile de primavera 2014 de la firma Céline, durante la Semana de la Moda de París, en octubre del año pasado.
Desde el Partido Socialista, la otra candidata a la alcaldía, Anne Hidalgo, también ha utilizado la moda como vehículo para transmitir un mensaje. Su cariño por París lo mostró el año pasado, cuando vistió una camisa de Carven con un mapa de la ciudad estampado. Inmediatamente fue criticada por "cliché", a lo que ella respondió que "si pudiera encontrar un vestido de la torre Eiffel, lo usaría". Cuando luego revisó su cuenta de Twitter, horas después de sus declaraciones, tenía dos mensajes de diseñadoras parisienses ofreciéndole esa pieza.
Ambas se niegan a aumentar los impuestos para la realización de sus propuestas. Ambas pelean por suceder al popular alcalde socialista Bertrand Delanoë, quien está en el cargo desde 2001 y quien en 1999 impactó a Francia al convertirse en uno de los primeros políticos del país que declaró abiertamente su homosexualidad.
Ambas candidatas tienen experiencia en el área política. Hidalgo, como la segunda al mando de la alcaldía de París, mientras que Kosciusko-Morizet, como ministra de Medio Ambiente del entonces Presidente Nicolás Sar-kozy, entre 2010 y 2012, y como vocera de su fallida campaña a la reelección de 2012.
Ambas reconocen que los principales problemas que afectan a los habitantes de París son la vivienda, el transporte y el crimen. Sin embargo, Madani Cheurfa, analista de Cevipof, un centro de estudios políticos en Francia, asegura al diario británico The Guardian que el hecho de que sean dos mujeres ha magnificado la idea de una campaña personalista y simplificada, dejando de lado las ideas concretas.
La imagen que Hidalgo busca proyectar de París con su proyecto es una ciudad "sustentable, responsable e innovadora", y se lo dejó claro a quienes estuvieron en la Avenue Foche -una de las más grandes de la ciudad-, cuando la candidata socialista hizo su visita y apareció en un auto negro eléctrico. Como número dos del actual alcalde de París, la candidata buscaría mantener el estilo que Delanoë ha llevado en estos últimos años, muy centrado en que la ciudad sea más sustentable y ecológica.
Pero Kosciusko-Morizet tampoco se ha quedado atrás y fue fotografiada montando una bicicleta Vélib. La candidata llamó la atención por utilizar el sistema público compartido de bicicletas... pero también por su cartera de 2.000 euros de la casa de modas italiana Bottega Veneta, que iba en la canasta. Tampoco pasó inadvertido el par de zapatos de tacón de aguja que llevaba cuando fue fotografiada arriba de un scooter.
En una encuesta publicada por el diario Le Parisien, a cinco semanas de la elección, Hidalgo lleva una leve ventaja, con un 39,5% de respaldo, mientras que la candidata conservadora la sigue, con un 36,5%, lo que las enfrentaría a ambas el 30 de marzo en la segunda vuelta.
Uno de los proyectos de la candidata de centroderecha consiste en convertir las estaciones de metro fantasmas -que hoy ofrecen café, desayunos, duchas o incluso libros para quienes viven en las calles- en piscinas, restaurantes o clubes nocturnos.
Sin embargo, quien llegue a ocupar el puesto de alcaldesa de la Ciudad Luz tendrá que buscar soluciones al problema de la burbuja inmobiliaria que afecta a la capital gala. Los inmuebles sólo pueden ser adquiridos por unas pocas personas acomodadas y el alquiler es reducido y prohibitivo para los más jóvenes.