Los parlamentarios británicos tendrán que devolver cerca de 1,2 millones de euros -unos 1,6 millones de dólares- por sus excesivos gastos, señaló hoy el responsable de la comisión encargada de investigar el escándalo provocado por el cobro de dietas parlamentarias, Thomas Legg.
Legg instó a 390 legisladores, más de la mitad del total en la Cámara de los Comunes, a devolver el dinero a las arcas del Tesoro por gastos que datan desde 2004 y, asimismo, señaló que el sistema es profundamente defectuoso.
El periódico británico, The Daily Telegraph, sacó a la luz el año pasado que numerosos miembros de la Cámara de los Comunes emplearon el dinero de las dietas para pagar el arriendo a familiares, arreglar jardines particulares, amueblar sus domicilios, pagar hipotecas de sus primeras viviendas, mantener pistas de tenis y piscinas, o comprar pañales.
El ex funcionario del gobierno fue nombrado por el primer ministro británico, Gordon Brown, para limpiar el sistema de gastos en el Parlamento, que generó una crisis sin precedentes en el mundo político de Reino Unido, provocando incluso la renuncia del entonces presidente de la Cámara de los Comunes, Michael Martin.