El comité de investigación del Parlamento alemán (Bundestag), encargado de esclarecer el espionaje en suelo alemán de los servicios secretos estadounidenses, afirmó hoy no tener constancia alguna de haber sido espiado por Estados Unidos.
"Sólo puede decir hoy por hoy que no tengo constancia alguna de que hayan sido espiados documentos del comité de investigación", aseguró su presidente, Patrick Sensburg, en declaraciones a la radio alemana Deutschlandfunk.
Sensburg diferenció entre los documentos internos de la comisión de investigación, los que a su juicio "se mantienen seguros", y otros dirigidos por terceros a este organismo.
El viernes, la Fiscalía alemana informó de la detención de un trabajador de los servicios secretos alemanes acusado de haber actuado como agente doble y suministrado más de un centenar de documentos clasificados, entre ellos del comité parlamentario, a la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA).
"Esperamos poder mantener seguros nuestros documentos internos para evitar que se filtren al exterior", indicó Sensburg después de que la noticia volviera a amenazar con socavar los cimientos de las debilitadas relaciones de Alemania con Estados Unidos y obligara al ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, a convocar al embajador de EEUU, Stephan Steinlein, para pedirle explicaciones.
La detención se practicó por orden de la fiscalía federal, que el jueves comunicó la medida a la comisión de secretos oficiales del Bundestag y a la que investiga el escándalo del espionaje masivo de EE. UU., así como a la canciller alemana, Angela Merkel.
Según la edición digital de Der Spiegel, el hombre habría confesado que vendía sus servicios a Washington y recibía las instrucciones a través de la embajada estadounidense en Berlín.
Se asegura que el presunto doble agente filtró 218 documentos internos alemanes, incluidas tres actas relacionadas con las pesquisas de la comisión investigadora del Bundestag.
A cambio de esos servicios, habría percibido 25.000 euros del espionaje estadounidense, que le fueron transferidos durante una cita en Austria.
Las noticias difundidas por los citados medios, así como la televisión pública ARD, no han sido de momento confirmadas por ningún estamento oficial.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, rehusó ayer a dar detalles sobre la detención, pero indicó que Berlín se toma el asunto "muy en serio".
Desde el partido de La Izquierda reclamaron hoy a la canciller alemana, Angela Merkel, una intervención en Washington. "Debe haber junto a las consecuencias penales también consecuencias políticas", declaró la política de La Izquierda en el comité de investigación, Martina Renner, en la radio RBB.
"Esto es un ataque al Parlamento", afirmó por su parte su compañera de partido y vicepresidenta del Bundestag, Petra Pau, al diario Kölner Stadt-Anzeiger. Pau espera que la Fiscalía General asuma ahora el asunto.