El Parlamento de Cataluña abrió hoy la puerta para prohibir las corridas de toros en esa región española al admitir a trámite una ley apoyada por 180.000 firmas de ciudadanos antitaurinos.
Un total de 67 diputados del Parlament (Parlamento) votaron a favor de tramitar la ley, mientras que 59 votaron en contra y 5 se abstuvieron.
La votación, que fue secreta, fue seguida con gran expectación debido a que, si la ley finalmente sale adelante, proscribirá la llamada "Fiesta Nacional" en uno de los territorios más poblados de España.
Los partidos de izquierda e independentistas habían anunciado su apoyo a la prohibición, mientras que otros, como los socialistas y los nacionalistas de Convergencia i Unio (CiU), habían dado libertad de voto a sus diputados, y el conservador Partido Popular (PP) había expresado su rechazo a la iniciativa antitaurina.
Esta decisión amenaza la continuidad de la plaza de toros Monumental de Barcelona, la única en funcionamiento en Cataluña, si bien la iniciativa legislativa tiene aún un largo recorrido, puesto que será negociada por los grupos parlamentarios en comisión reducida y volverá luego al pleno, como cualquier otra ley.
Si la ley llega a buen puerto con su redactado original, Cataluña se convertiría en la segunda comunidad autónoma española en prohibir las corridas, puesto que en las Islas Canarias ya se proscribieron en 1991.
El 6 de abril de 2004, Barcelona ya se convirtió en el primer municipio de España en proclamarse "ciudad antitaurina", a través de una declaración institucional aprobada en el Ayuntamiento.
La iniciativa antitaurina, impulsada por la Plataforma "Prou!" (¡Basta!), pide la modificación de la ley catalana de protección de animales para vetar "las corridas de toros y los espectáculos de toros que incluyan la muerte del animal".