El Parlamento de Irán aprobó hoy un proyecto de ley que podría recortar los subsidios de energía para hacer al país menos vulnerable a sanciones internacionales por su disputado programa nuclear, reportó la agencia oficial de noticias Irna.

El proyecto debe ser aprobado por el organismo de control de línea dura del país, el Consejo de los Guardianes, antes de ser implementado. El Parlamento aún está discutiendo otras partes del proyecto, incluyendo una medida para recortar los subsidios de alimentos.

Los subsidios representan una pesada carga sobre el presupuesto de Irán, y el gobierno del presidente Mahmoud Ahmadinejad, quien fue reelecto en una disputada votación presidencial en junio, quiere aumentar los precios de la energía y servicios públicos y compensar a familias de bajos ingresos con pagos directos en efectivo.

Las autoridades dicen que los grandes subsidios de combustible principalmente benefician a los ricos, no a los pobres, pero críticos del proyecto dicen que aumentará la inflación, ahora ubicada alrededor del 13 por ciento anual, después de un máximo de cerca del 30 por ciento hace un año.

REDUCIR IMPORTACIONES
Irán, el quinto mayor exportador mundial de crudo, ha dicho que necesitará un adicional de US$6.500 millones del presupuesto para cubrir las importaciones de combustible durante el cuarto trimestre de este año y el primer trimestre del año próximo.

Recortar los subsidios podría disminuir la demanda y reducir la necesidad de importaciones, dependiendo de cuánto eleve Irán el precio. Mayores precios podrían también hacer el contrabando de gasolina iraní menos rentable y en el largo plazo mejorar la eficiencia de vehículos.

En marzo, el Parlamento dominado por conservadores de Irán removió el plan de reforma de subsidios del proyecto de presupuesto 2009-10 del país.

Ahmadinejad acusó al Parlamento entonces de "violar la constitución".

Motoristas iraníes han disfrutado parte de la gasolina más barata del mundo, pero el Gobierno introdujo racionamiento del combustible hace dos años como parte de planes para cortar los subsidios de energía.

El gas natural y el consumo de electricidad también están subsidiados por el Estado. Analistas temen que la implementación del proyecto pueda indignar a los iraníes comunes, quienes ya sufren de alta inflación y desempleo.

A Irán le falta suficiente capacidad de refino para satisfacer sus necesidades domésticas de combustible y tiene que importar hasta el 40 por ciento de sus requerimientos de gasolina, cargando así a las arcas estatales.

Estados unidos y sus aliados europeos están explorando formas de afectar a las exportaciones de combustible a Irán si continúa avanzando con su trabajo de enriquecimiento de uranio, que Occidente sospecha es una fachada para fabricar bombas atómicas.

Irán se ha visto afectada por tres rondas de sanciones de Naciones Unidas por su programa nuclear, que según Teherán sólo busca generar electricidad.