El conservador luxemburgués Jean-Claude Juncker será el próximo presidente de la Comisión Europea, tras recibir hoy el apoyo de 422 de los 751 eurodiputados de la cámara en Estrasburgo.
En su contra votaron 250 legisladores. El ex primer ministro luxemburgués, de 59 años, necesitaba 376 votos favorables. Su nominación, polémica incluso entre las filas conservadoras, finalmente se impuso y será el sucesor de José Manuel Barroso a partir del 1 de noviembre.
Es la primera vez que el presidente es elegido sobre la base del resultado de las elecciones europeas, porque hasta ahora la decisión era tomada por los gobiernos y confirmada por el Parlamento.
Aunque los democristianos ganaron los comicios, Juncker era polémico entre los propios gobiernos conservadores y fue nominado pese a la oposición abierta de Reino Unido.
Durante el discurso previo a la votación, Juncker pidió cambios y se enfrentó con los euroescépticos. "Nos hemos rezagado", dijo. "Europa necesita una amplia agenda de reformas" para un nuevo comienzo de la UE, subrayó en medio tanto de aplausos como de abucheos.
En uno de los momentos de mayor tensión, la líder de extrema derecha francesa Marine Le Pen lo acusó de tener "un inmenso poder ilegítimo". Hay que acabar con "la tecnoestructura europea", dijo la política francesa durante el debate.
Su nombramiento es "la promesa para los pueblos de Europa (...) de menos democracia, más miseria, inequidad y disolución de nuestra identidad nacional", afirmó Le Pen.
"Gracias, señora, por no votarme", respondió Juncker. "No quiero el consentimiento de los que rechazan, odian, de los que excluyen".
Juncker también fue criticado por el líder euroescéptico británico.
Nigel Farage, quien lo calificó como el máximo exponente del aparato europeo, si bien lo elogió por "tener mucho mejor sentido del humor que la mayoría de los que he conocido en Bruselas".
El luxemburgués propuso un plan de diez puntos para mejorar el crecimiento y crear puestos de trabajo. Dijo que las inversiones privadas y públicas son la mejor arma contra la pérdida de puestos de trabajo.
En los próximos tres años prometió movilizar para ellos hasta 300.000 millones de euros extra mediante el uso inteligente de fondos del presupuesto y la estimulación de inversiones privadas a través del Banco Europeo de Inversiones. Su plan de acción será presentado oficialmente en febrero de 2015, adelantó.