El Parlamento italiano dio el miércoles su aprobación final a un plan de austeridad muy retocado que pretende frenar la crisis de deuda que envuelve a la tercera economía más grande de la zona euro.
La última votación sobre el paquete de 54.000 millones de euros (US$73.800 millones), que combina subidas de impuestos y recortes de gastos, se aprobó en la Cámara baja del Parlamento con un cómodo margen de 14 votos, después de que el Gobierno lograse sacar adelante una moción de confianza sobre el paquete el mismo día.
El paquete de medidas incluye un alza de un punto porcentual en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y recortes del gasto público.
El Senado aprobó el plan de austeridad el 7 de septiembre.
La atención se centra ahora en el Gobierno, débil y salpicado por los escándalos, que debe implementar las prometidas reformas y llevar a cabo otras si se necesitaran, para salir de una crisis que ha elevado los costos de la deuda de Italia a niveles casi inmanejables.
La caótica aprobación del proyecto de ley en el Parlamento expuso las profundas divisiones que existen en la coalición gobernante, generó protestas callejeras y dudas sobre la voluntad de Italia de seguir con sus planes para equilibrar el presupuesto en el 2013.
"Ahora la clave es la determinación e implementación de las medidas" dijo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, al periódico La Stampa antes de la votación del miércoles.
"Es la única forma de convencer a los mercados y a los demás países socios de la seriedad de las iniciativas tomadas", aseguró.
Cientos de manifestantes se enfrentaron a la policía antidisturbios frente al Parlamento mientras se celebraba la última votación, haciendo estallar petardos y volcando contenedores y motocicletas aparcadas.
Los mercados, tensos por la situación de Grecia, se volcaron sobre Italia durante los últimos dos meses, azotando a los bonos y acciones bancarias debido a las preocupaciones por una economía prácticamente estancada y la sostenibilidad de una deuda de 1,9 billones de euros.
La compra de bonos por parte del Banco Central Europeo (BCE) ofreció un breve respiro, pero una nueva escalada en los rendimientos la semana pasada encendió de nuevo las alarmas, reflejando lo lejos que ha llegado la desconfianza del mercado respecto a Italia.
Los rendimientos de los bonos italianos a 10 años volvieron se ubicaron en poco más del 5,6% el miércoles, pero se mantienen demasiado cerca del 6% alcanzado antes de la intervención del BCE.