El Parlamento ucraniano revocó hoy el paquete de leyes que restringían derechos fundamentales como el de reunión y expresión, cuya aprobación hace diez días desató violentas protestas en el centro de Kiev.

Una gran mayoría de los diputados (361 de los 412 registrados en la sala) abolieron nueve leyes, entre ellas las que endurecían las penas por manifestaciones no autorizadas o el bloqueo de edificios administrativos, y prohibían expresamente montar tiendas de campaña en la ciudad.

También derogaron las leyes que castigaban la circulación en caravanas de más de cinco vehículos y permitían la celebración de juicios en ausencia de los acusados, esta última medida afectaba a la encarcelada ex primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, que lleva más de un año negándose a acudir al segundo juicio penal iniciado contra ella.

En una sesión extraordinaria, convocada para buscar una salida a la crisis en el país, el Parlamento también aprobó por 257 votos a favor un paquete de cuatro leyes que sustituye a las abolidas. 

Éstas incluyen reformas al código penal que introducen la responsabilidad por apología del fascismo y la negación de sus crímenes, y por actos de vandalismo contra monumentos que honran a los soldados y civiles que lucharon contra los invasores nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

La revocación de las nueve leyes -aprobadas el pasado 16 de enero de manera irregular, ya que la votación se produjo con la tribuna del Parlamento bloqueada por la oposición y sin mediar debate parlamentario- era una de las exigencias de las tres formaciones opositoras.

Otra exigencia que pusieron sobre la mesa durante sus negociaciones con el presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, es la aprobación de una amplia amnistía, que será debatida hoy mismo por los diputados y que dejaría en libertad a casi todos los manifestantes detenidos durante las multitudinarias protestas que empezaron en Ucrania hace dos meses. 

Mientras se celebraba la sesión parlamentaria, el primer ministro de Ucrania, Nikolái Azárov, presentó su dimisión al presidente, que aún debe aceptarla para que se consume otra de las demandas de la oposición. 

Azárov asumió la jefatura del Gobierno ucraniano en marzo de 2010, y el 13 de diciembre de 2012 fue confirmado en el cargo por el nuevo Parlamento elegido en los comicios generales.

Las manifestaciones que inició la oposición hace más de dos meses por el rechazo del Gobierno a firmar un acuerdo de Asociación con la UE degeneraron hace diez días en violentos disturbios que han causado tres muertos, según las autoridades, y seis, según la oposición, y centenares de heridos.