Las protestas y la huelga del transporte por los recortes gubernamentales, tienen prácticamente paralizada Grecia y especialmente su capital, Atenas.

El tráfico aéreo, el transporte público y el servicio ferroviario en todo el país se están viendo gravemente afectados.

En la capital, ningún medio ofrece servicio, salvo una línea habilitada por el gobierno hasta el aeropuerto. Pero también se cancelaron 54 vuelos y otros 98 fueron modificados por un paro de tres horas, convocado por los funcionarios públicos, y al que se sumaron los controladores aéreos.

Las huelgas y paros en el transporte y de los taxis se repetirán en forma parcial o total en los siguientes días. Los controladores aéreos han convocado a una huelga de 24 horas para este domingo y a un paro de cuatro horas el miércoles próximo.

El Gobierno justificó su decisión de aplicar nuevos recortes afirmando que no tenía otra alternativa para evitar un quiebra que sería mucho más desastrosa para la población. "No hay otro camino. La alternativa es la bancarrota, que tendría consecuencias muy duras en cada familia", recalcó hoy el primer ministro, Giorgos Papandreou, tras una reunión en el Parlamento con los diputados de su partido.

Las autroidades anunciaron ayer la inmediata reducción en un 3% (30.000 funcionarios) del total de los funcionarios públicos, que pasan a una "reserva" antes de ser despedidos o jubilados.

En los últimos dos años Grecia ya ha reducido su inflado sector público en 200.000 funcionarios, aunque el objetivo es prescindir de otros 150.000 hasta 2015 como parte de sus compromisos con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La Confederación de Funcionarios Públicos (Adedy) y la Confederación de Trabajadores de Grecia (Gsee) han convocado para el 5 y el 19 de octubre a huelgas generales para mostrar su malestar contra los nuevos recortes.