Durante un año, el escultor chileno Federico Assler (85) trabajó a ciegas en la elaboración de uno de sus proyectos más emblemáticos. Lo hizo sin bosquejos ni dibujos previos. Se trataba de la Plaza de Juegos Infantiles Gabriela Mistral, ubicada en el sector Tupahue del Parque Metropolitano de Santiago (PMS).

Lo hizo de esta manera porque "las ideas fueron surgiendo en el mismo lugar, no tenía diseños preconcebidos, sino que los conceptos fueron naciendo con el paso del tiempo, con la inspiración que me iba entregando el propio lugar y con el contacto con la naturaleza", recuerda Assler sobre el área verde que actualmente, y después de 46 años desde su inauguración, está en la etapa final de su restauración.

El director del PMS, Mauricio Fabry, explica que las mejoras de esta plaza tienen "un gran valor sentimental para el parque y para los santiaguinos, porque por este lugar han pasado decenas de padres e hijos de distintas generaciones, quienes se han fascinado con la simpleza de los juegos, con el contacto con la naturaleza y con la posibilidad de tener aventuras", dice.

Es por esto que las autoridades del parque quisieron mantener la "esencia" del recinto, reparando, por ejemplo, las teselas que componían los mosaicos de la fuente que sirve como juego de agua para los niños, quitando el óxido y los rayados a las locomotoras, devolviéndoles su brillo original, haciendo lo mismo con las pirámides de piedra. El único elemento que tuvo que ser retirado por seguridad fue la pirámide invertida de madera.

Con una inversión de $ 260 millones, la obra debiera estar inaugurada y abierta al público "a fines de enero, a más tardar", asegura Fabry.