Alabama y Mississippi, dos estados de marcado carácter religioso votaban hoy en unas reñidas primarias republicanas en las que el conservador Newt Gingrich lucha por mantenerse en carrera y el moderado Mitt Romney busca consolidarse como favorito único para disputar la presidencia con Barack Obama.
La diferencia entre Romney y Gingrich se redujo en Mississippi a no más de dos puntos de ventaja a favor del expresidente de la Cámara de Representantes, 33 contra 31%, según un sondeo de Public Policy Polling divulgado el lunes en el que el que Rick Santorum figura con 27% y ron Paul con 7%.
El escenario en Alabama es aún más reñido, con una diferencia de menos de un punto (27 contra 26,8%, a favor de Romney), de acuerdo a la media que realiza Real Clear Politics.
"Yo creo que vamos a ganar en los dos (estados sureños)", dijo Gingrich a los medios confiado en que sus dos únicas victorias hasta ahora en el sur del país, Carolina del Sur y Georgia, le dan peso para vencer en un terreno conservador.
Los electores acudían a las urnas pensando en "el mejor candidato" capaz de derrotar a Barack Obama en las presidenciales del 6 de noviembre y en mejorar la economía.
Gingrich "tiene la experiencia para hacer algo para poner a punto el país. Y además lo quiero ver derrotar a Obama", dijo a la AFP Pat Grannan, de 67 años, en un centro de votación en Long Beach, en Mississippi.
Susie Webb y su marido David, ambos retirados, votaron por Romney, a quien consideran el candidato más sólido para recuperar la prosperidad económica del país.
"Creo que va a vencer a Obama, y creo que nos va a sacar de este pozo", dijo Susie antes de que su marido aclarara: "No somos tan conservadores socialmente. Somos fiscalmente conservadores", indicó David.
Hoy están en juego 50 delegados en Alabama, 40 en Mississippi, además en Hawai y Samoa estadounidense, donde se celebrarán caucus (asambleas de partido) que aportan 20 y 9 delegados, respectivamente. Un candidato necesita 1.144 delegados necesarios para obtener la investidura del partido.
Hasta ahora el multimillonario ex gobernador de Massachusetts, Romney ha ganado en 17 de los 26 estados donde se han realizado primarias desde enero, Santorum, un ferviente católico cercano al Opus Dei, triunfó en siete, Gingrich en dos y el ex congresista por Texas Ron Paul nada hasta ahora.
"Necesito aún más delegados, por lo tanto si ustedes son capaces de hacer eso por mí bien podríamos llegar a la meta a un ritmo muy rápido", dijo Romney en un mitin en Mobile, en el sur de Alabama el lunes, cuando cumplió 65 años.
De su parte Santorum volvió a enfatizar que es el candidato más conservador de la contienda republicana y contó con el apoyo del gobernador de Alabama Robert Bentley, uno de los promotores de la controvertida ley migratoria que produjo un éxodo de trabajadores en los campos e industrias del estado.
La organización Center for American Progress recordó a los precandidatos, partidarios de aplicar duras leyes contra los inmigrantes indocumentados, los costos que ha tenido en Alabama la ley HB 56, que ha arrojado pérdidas económicas por 10.800 millones de dólares y provocó la pérdida de 140.000 trabajadores, según un estudio del Centro de Investigación Económica de la Universidad de Alabama.
Mississippi y Alabama son los estados más pobres del país y por lo tanto los candidatos se centraron en prometer recuperación económica.
"Si soy presidente vamos a cortar los gastos federales, vamos a limitar los gastos federales y finalmente vamos a tener un presupuesto balanceado", dijo Romney cerca de Birmingham.
En esta región del sur estadounidense el cristianismo evangélico está muy arraigado a la sociedad y por ello los analistas dudan de que Romney, de confesión mormona y el menos conservador de los contendientes, sea capaz de vencer en cualquiera de los dos estados.
Los tres candidatos reforzaron sus campañas en el corazón del sur estadounidense tras el "Supermartes" de la semana pasada, recurriendo a estrategias tan populistas como bajar los precios de la gasolina, realizar discursos en tonos campechanos y degustar sus platos típicos.
En cada estado van conquistando apoyo de autoridades, ex políticos locales y también apelan a artistas, como es el caso de Gingrich que el lunes sumó al actor de acción Chuck Norris a sus filas, con un mensaje telefónico grabado.
Mientras Santorum contó con el apoyo en Alabama de Los Duggards, una pareja sumamente religiosa que protagoniza un reality show en la televisión local junto a sus 19 hijos.