Parecía día de partido en el Estadio Bicentenario de La Florida. Tal como en la mayoría de los locales de votación del país, era imposible dar dos pasos sin ver una camiseta roja, una bandera de Chile o sin escuchar a lo lejos el relato de algún viejo gol de la Selección saliendo de un televisor precariamente instalado. Se acercaba el mediodía y tanto la lenta instalación de las 69 mesas como la baja afluencia de público empezaban a quedar atrás. Cuando dieron las 12, los vocales comenzaron a trabajar sin pausa para atender al importante número de electores que las primarias presidenciales de Chile Vamos y el Frente Amplio habían convocado.

"En la última elección podíamos salir a estirar las piernas. Ahora no hemos tenido tiempo para comer ni para conversar. Ojalá esto pare a la hora del partido", dijo Glenda Roig, vocal de las mesas fusionadas 243, 244 y 245, mientras atendía una larguísima fila de votantes. A la misma hora, las escenas de aglomeración se repitieron en varios centros de votación. En algunos de ellos, incluso, como el Colegio Santo Tomás de Ñuñoa, los delegados cerraron temporalmente el recinto. Muchos delegados culparon a la fusiones de mesas decretadas arbitrariamente por el Servel de estos problemas.

"Es un asunto que no podemos prever nosotros (...) Si a 1.000 personas se les ocurre comprar una entrada al teatro al mismo tiempo, se van a generar aglomeraciones. El problema no es de la fusión de las mesas, puede ser eventualmente de las instalaciones físicas de las mesas, pero eso ya depende de los delegados de la junta electoral", señaló el presidente del Servel, Patricio Santamaría.

Aunque muchos vocales creyeron que la jornada había concluido tras la derrota de la Selección, nuevos votantes llegaron tras el partido. Hacia las siete de la tarde, con resultados parciales de la votación, ya era claro que la participación había superado las bajas expectativas que el fútbol había impuesto para las primarias. A las 23 horas, con el 99,92% de las mesas escrutadas, la cuenta llegó a 1.810.132 votos, el 13,37% del padrón total. Si bien estos números están bajo los casi tres millones de sufragios de 2013 por la ausencia de la Nueva Mayoría, Chile Vamos mejoró sustancialmente y el debut del Frente Amplio cumplió con las proyecciones más realistas.

Crece la derecha

Con una convocatoria de 1.416.486 personas para decidir entre el ex presidente Sebastián Piñera, el senador Manuel José Ossandón y el diputado Felipe Kast, Chile Vamos logró superar ampliamente la última votación de primarias de la Alianza en 2013, con una diferencia de más de 600 mil votos con los comicios entre Andrés Allamand y Pablo Longueira, en la cual votaron 808 mil personas. La cifra global creció un 74% en relación al 2013.

En esa primaria, la votación de la derecha representó el 27,4% del total contra 72,6% de la Nueva Mayoría. Esta vez, sin la presencia del bloque oficialista y con el debut del Frente Amplio, la tendencia se invirtió y Chile Vamos concentró el 81,2% de las preferencias válidamente emitidas contra el 18,8% de la nueva alianza de izquierda, que anotaba 327.513 votos.

Donde no hubo sorpresas fue en los resultados. Los favoritos de cada bloque, Sebastián Piñera (58,35%) y Beatriz Sánchez (67,57%) se impusieron sin mayores complicaciones (ver cobertura en páginas 4-5 y 8-9), por lo que la gran polémica de la jornada se instaló entre ambas coaliciones, que se acusaron mutuamente de inscribir irregularmente en sus partidos a un sinnúmero de electores.

En el Estadio Bicentenario, por ejemplo, le ocurrió a Alexander Verdugo (18), estudiante de la Universidad Santo Tomás, quien esperaba participar de su primera votación, pero se encontró con la sorpresa de que no podría votar en la primaria de Chile Vamos por estar registrado como militante del Frente Amplio. Sus padres le reclamaron airadamente a la delegada del recinto, Sonia Ubilla, quien les dijo que ya no se podía hacer nada. "Nunca he firmado nada. Esto me parece nada que ver, es una mala experiencia", se lamentó el joven.

Algunas figuras de la derecha, como el diputado Nicolás Monckeberg (RN) adelantaron que reunirán a los afectados para presentar denuncias, mientras que el presidente de Revolución Democrática, Rodrigo Echecopar, hizo un llamado al Servel "a investigar a fondo cada una de estas denuncias".

Desde el Servel, Santamaría aclaró que quienes se hayan sentido perjudicados deben ir al Servel para regularizar su situación. "Les queda siempre la posibilidad de interponer querellas y las denuncias respectivas", dijo.