El partido de la candidata presidencial peruana Keiko Fujimori (quien en algunas encuestas aparace en segundo lugar de las preferencias), Fuerza 2011, negó hoy que en un eventual gobierno suyo se piense realizar un golpe de Estado como el que protagonizó hace 19 años su padre, el ex mandatario Alberto Fujimori.
"Keiko Fujimori ha sido bien clara en señalar que no se va a repetir ninguna de esas medidas", dijo a la radio RPP el dirigente del partido Alejandro Aguinaga.
Para Aguinaga, el autogolpe de Fujimori en 1992 fue "excepcional, único e impostergable" por lo que descartó esta medida en la actualidad ya que el fujimorismo está "bien encausado en la democracia".
AUTOGOLPE
La prensa peruana recordó hoy el decimonoveno aniversario del "autogolpe" de Estado con el que Fujimori disolvió el Congreso, intervino el Poder Judicial y tomó varios medios de comunicación.
"Esta nefasta experiencia ha fortalecido a la ciudadanía que está siempre vigilante no solo de los actos de corrupción sino de los valores democráticos", dice por ejemplo el diario "La República" en un reportaje basado en opiniones de expertos.
El aniversario tiene en esta oportunidad un significado especial, porque se conmemora a falta de cinco días para las elecciones presidenciales, en las que Keiko Fujimori está entre quienes tienen opción de ganar.
En Twitter, varios peruanos han escrito frases como "nunca más", "la memoria no se puede disolver, repito no se puede disolver", "más triste que el autogolpe por el 5 de abril es que mucha gente apoyó el gobierno más corrupto y podrido y ahora lo reivindica votando por Keiko".
Hace 19 años, Fujimori, tras desatar una campaña permanente de desprestigio de la clase politica, dio el golpe con apoyo de las Fuerzas Armadas y de amplios sectores de la población y asumió poderes omnímodos en un país desbordado por la violencia de los grupos ultraizquierdistas armados -muchas veces respondida desde el Estado con acciones al margen de la ley- y por el caos económico del primer gobierno de Alan García (1985-1990).
"Disolver, disolver temporalmente el Gongreso de la República hasta la aprobación de una nueva estructura orgánica del Poder Legislativo, la que se aprobará mediante un plebiscito nacional", dijo el presidente aquella noche en un mensaje a la nación.
Fujimori dijo que tomaba esa decisión para combatir la grave situación económica y la subversión. Sin embargo, para sus críticos fue sÓlo una excusa para impartir un gobierno autoritario, pues potencialmente tenía en el Congreso aliados para desarrollar un programa de derecha.
"Su respuesta fue dar un golpe de Estado simplemente porque quería un gobierno autocrático. No respetó el sistema democrático", dijo hoy el entonces presidente del Senado, el socialcristiano Felipe Osterling, quien, como muchas otras personas, fue preso ese día.
Keiko Fujimori recoge las banderas de su padre y los expertos coinciden en que los deslindes que ha hecho con respecto al gobierno de Fujimori, seriamente cuestionado por derechos humanos y corrupción, son débiles.