El partido conservador del primer ministro japonés, Shinzo Abe, ganó cómodamente las elecciones legislativas anticipadas, vistas como un referéndum sobre su política económica destinada a relanzar la tercera potencia mundial, actualmente en recesión.
Sin embargo, la baja participación en esta jornada marcada por una fuerte nevada en gran parte del país, podría suscitar dudas sobre el aval que Abe reivindicará sin duda para su plan económico conocido como "Abenomics".
Los sondeos a boca de urna dan a su Partido Liberal Democrático (PLD) y a su socio minoritario Nuevo Komeito una mayoría de dos tercios en la cámara baja del parlamento.
La cadena pública NHK indicó que el PLD obtuvo entre 275 y 306 de los 475 escaños en juego y que su aliado centrista Nuevo Komeito se hizo con entre 31 y 36 escaños.
La televisión Asahi indicó que ambas formaciones habían obtenido juntas 333 escaños y TBS señaló que la cifra era de 328.
Si el número de escaños obtenidos por el PLD superara los 295 que tenía en la anterior legislatura, eso demostraría que no tiene ningún rival que pueda hacerle sombra.
Según la NHK, el Partido Democrático de Japón (PDJ, centroizquierda), la segunda formación del país, lograría entre 61 y 87 escaños, por debajo de los 100 que esperaba obtener.
"Esta victoria reforzará el capital político de Abe y le permitirá lidiar con los asuntos más peliagudos de forma más cómoda", dijo Yoshinobu Yamamoto, profesor de política de la Universidad de la Prefectura de Niigata.
Más de 105 millones de japoneses estaban convocados a las urnas, pero la participación fue escasa.
A las 18.00 locales (09.00 GMT), a dos horas del final de la votación, la tasa de participación era del 34,98%, 6,79 puntos por debajo de la de las elecciones de 2012, que ya fue históricamente baja.
Sin embargo, según la cifra definitiva comunicada este domingo por el gobierno, hay que agregar más de 13 millones de electores (12,6%) que votaron anticipadamente.
PARAR O SEGUIR
El jefe del gobierno, que recorrió unos 14.000 kilómetros para hacer campaña estas dos últimas semanas, aseguró que, con la anticipación de las elecciones, quiso pedir la opinión de la población sobre su política "Abenomics", encargada en principio de enderezar la economía.
Aunque, desde su puesta en marcha hace dos años, esta estrategia dio en un primer momento resultados positivos, como una caída del yen y un repunte de los precios, tras años de estancamiento, Japón cayó en recesión económica en el tercer trimestre de este año.
"La tasa de desempleo bajó, los salarios comenzaron a subir, ¿piensan que hay que parar, o que hay que seguir?", planteó el primer ministro en un discurso en el que defendió la Abenomics como "la única vía".
Estos comicios no pillan bien parada a la oposición, que dividida, tendrá difícil hacer frente a la supremacía del PLD de Abe.
"La disolución y la convocatoria de elecciones anticipadas es camuflar un fracaso", dijo Banri Kaieda, jefe del Partido Democrático de Japón.
La clave radica en saber si un nuevo gobierno de Abe podrá sacar adelante las reformas estructurales que prometió, unos cambios difíciles pero que el ejecutivo cree indispensables para impulsar una recuperación sostenible de la economía.