En el Frente Amplio no pasó desapercibido lo que señaló Beatriz Sánchez en el debate del lunes sobre acuerdos para una eventual segunda vuelta. Pese a que reiteró que no se adelantará a analizar escenarios antes del 19 de noviembre, al ser consultada sobre las materias intransables para ella, enumeró "salud, educación, vivienda y pensiones sin negocio".
Las palabras de la periodista, quien por primera vez fijó ejes de cara a un balotaje, fueron interpretadas en el bloque como una señal de apertura hacia diálogos con las otras candidaturas de la centroizquierda, lo que fue valorado por algunos dirigentes.
De hecho, líderes del Frente Amplio señalan que en la mesa nacional se conversó cómo enfrentar la situación postelecciones, mostrando una apertura al diálogo, pero fijando posiciones intransables y, a su vez, diferencias con los otros abanderados. Esta postura no fue compartida por todas las colectividades, por lo que varios ven en los dichos de Sánchez un guiño a lo planteado por Izquierda Autónoma, Poder Ciudadano, parte de Revolución Democrática y el alcalde Jorge Sharp.
"Me parece importante que nuestra candidata haya dado una potente señal a la ciudadanía respecto de lo que es intransable para el bloque", dijo Jorge Ramírez de Poder. Por su parte, el presidente de Izquierda Autónoma, Francisco Figueroa, sostuvo que "al calificar como intransables las demandas más sentidas obliga a un debate de contenidos". El secretario general del PH, Efrén Osorio, agregó que "es una señal y una definición de ciertos límites importantes que reflejan una buena síntesis de lo que es el Frente".
Quienes no compartieron la señal de Sánchez fueron los ecologistas verdes. Su presidente, Félix González, dijo que "no debe aceptar preguntas hipotéticas de segunda vuelta, porque no es un cheque endosable".