Año a año, personajes de teleseries, reconocidos deportistas y estrellas de la música y el cine, sirven de inspiración para miles de padres que buscan entregarles un nombre especial a sus hijos recién nacidos.
Algunos se quedan con lo más tradicional y común, pero cada vez son más los que se atreven a romper con lo repetitivo e inscriben a los niños con nombres que se hicieron populares a través de la televisión.
Quizás para quienes mantener la tradición es importante, esto resultará un tanto peculiar, pero lo cierto es que los padres tienen toda la libertad para poder elegir el nombre de su hijo, sin que alguien se los pueda negar.
"El Servicio de Registro Civil respeta las decisiones que adopten los padres del menor, sin perjuicio que los oficiales civiles, conforme a lo indicado en el artículo 31 de la ley N° 4808 sobre Registro Civil, tienen la facultad para hacer ver a los padres que determinado nombre puede causar menoscabo a la persona", dijo el director nacional de la entidad (s), Jorge Álvarez.
A esto, agregó que "los funcionarios tienen la facultad de no inscribir nombres que causen un menoscabo a los niños. Pero si los papás insisten con un nombre que cause menoscabo, el proceso se deriva a un juzgado civil, donde un juez es el que autoriza o no dicha inscripción".
Por menoscabo, se entiende que "no podrá imponerse al nacido un nombre extravagante, ridículo, impropio de personas, equívoco respecto del sexo o contrario al buen lenguaje".
Teniendo en cuenta aquello, Álvarez fue claro en sostener que "el nombre, al igual que la nacionalidad, el domicilio, es uno de los atributos de la personalidad que sirve para individualizar a las personas como seres únicos e irrepetibles. Por ello, es necesario que los padres, al momento de inscribir a sus hijos, lo hagan pensando que ese niño o niña deberá ir al colegio, estudiar, socializar con otros".