SEÑOR DIRECTOR

Alejandro Guillier ha dicho que "les meteremos la mano en el bolsillo a quienes concentran el ingreso, para que ayuden a hacer patria alguna vez". Quiero entender que Guillier está planteando un nuevo aumento de impuestos, cuestión que pudo haber dicho con una menor carga de odiosidad y resentimiento hacia los chilenos que hoy pagan sus impuestos puntualmente, que es la mayoría de los ciudadanos. Si Guillier cree que en Chile los impuestos son bajos, y por lo tanto un aumento no tendría impacto, se equivoca. A continuación, dos de las principales conclusiones del último "Estadísticas Tributarias" publicado por la OCDE, grupo de países "ricos" a los cuales Chile pertenece.

Primero, a nivel de impuesto a las empresas, del total de la recaudación tributaria el 21% proviene de las empresas, mientras el promedio de la OCDE es de 8,9%. O sea, en Chile las empresas representan hoy, como porcentaje del PIB, más del doble de la recaudación tributaria que en el resto de la OCDE, donde la mayoría de los países son mucho más ricos que Chile y sus empresas más grandes y poderosas.

Segundo, respecto de los impuestos individuales a la renta, se afirma que en Chile éstos representan solo el 9,8% de la recaudación total, versus el 24,4% del de todo el grupo de países OCDE. Se quiere dar a entender que en Chile las personas pagan pocos impuestos. Lo que no se dice es que en Chile solo pagan impuesto a la renta alrededor del 24% de las personas, estando todo el resto de la población exenta. Con toda seguridad en el resto de los países de la OCDE una proporción mayor de ciudadanos paga impuestos a la renta, por vivir en países mucho más ricos. La comparación relevante para juzgar si en Chile los impuestos a las personas son bajos o altos debería ser cuánto paga en promedio el contribuyente chileno que tributa versus el contribuyente de la OCDE que tributa, cuando esos países tenían nuestro nivel de desarrollo actual.

Julio Dittborn Cordua