Patricio Briones se estaba quedando sin jugar este primer semestre. La normativa de la Libsur no permite mayores de 40 años, por lo que entrenaba con Puerto Varas, pero no podía jugar. Pero su ex DT Pablo Ares lo invitó a jugar por Tinguiririca la Libcentro. El pivote de 2,12 metros aceptó: la de San Fernando será la 20ª camiseta de su carrera, en Chile y América. "¿Son 20? No sé cuántas sean. Igual no importa, que me digan el Mil Camisetas está bien", dice.
"Voy de refuerzo no más, es decir, viajaré los viernes para ponerme a las órdenes de Pablo. Seré uno más, entraré si hay que darle descanso a alguien y haré lo mío, más presencia en la pintura", explica Briones.
Sobre la norma que lo dejó fuera del torneo sureño, el ex seleccionado comenta que "el trasfondo lo sabe la dirigencia, ellos toman esa decisión. Si fuera un tipo que no tiene mucho que aportar, que se me notara la edad, doy un paso al lado, pero creo que aún aporto".
Y agrega: "Desde Europa y algunos países como Colombia o Bolivia, también me invitaron a jugar, pero no puedo ir; ahí no ponen restricciones, pero en Chile sí. La obligación de que los equipos tengan un Sub 17 tampoco sirve. Hay que ganarse el lugar rompiéndose el lomo entrenando, no así".
El asunto de no jugar tenía complicado a Briones. "Me daba una pena tremenda, uno se desmotiva, porque entrenar sin un objetivo al final genera estrés, en vez de trabajar para bien, podría tener una regresión", dice.
Puerto Varas ya es la casa del basquetbolista, donde piensa establecerse para siempre. Allí trabaja en proyectos de escuelas deportivas con cinco colegios, que desde el lunes serán seis.
Finalmente, el ex seleccionado no olvida su paso por la Roja. Del actual momento asegura que "nada va a cambiar hasta que al jugador se le trate con más dignidad. El básquetbol femenino está dividido y en el masculino, por orgullo o mezquindades, no están todos los que deberían".