A más de dos meses de entregar la presidencia de la UDI a Ernesto Silva, el diputado Patricio Melero analiza los efectos del acuerdo tributario con el gobierno y, en el plano interno, apoya la idea de anticipar el trabajo para generar una candidatura presidencial gremialista el 2017.
-Silva dijo que ve lejos un acuerdo en educación. ¿No es más conveniente mejorar la reforma, como la tributaria?
Haber concurrido al acuerdo tributario nos otorga una mayor legitimidad para poder plantear con fuerza los cambios que creemos que la reforma educacional debe tener. Pero siento que después del acuerdo tributario las posiciones se van a endurecer, porque se generó una pugna de poder muy importante en la Nueva Mayoría, que está cuestionando ni más ni menos el pacto de gobernabilidad. Hace que sea difícil predecir cómo van a terminar las reformas.
-¿Es de los que piensan que el ministro Eyzaguirre va a tener que dialogar como lo hizo Alberto Arenas?
Cada uno en su estilo. No nos confundamos, el protocolo tributario del Senado lleva implícitamente la firma de Michelle Bachelet y me imagino que las fuerzas de la Nueva Mayoría no van a dejar a la Presidenta sin piso. Los gobiernos tienen que actuar con realismo político ante lo que la sociedad está transmitiendo. Se están expresando los nueve millones de chilenos que no votaron y eso está llevando a producir cambios en las reformas. Personas que se dan cuenta de que el modelo neoliberal, que tanto critica la Nueva Mayoría, caló mucho más hondo en la sociedad. Es expresión de que los chilenos quieren cambios, pero no revoluciones.
-¿Eso ofrece una oportunidad electoral a la Alianza?
Tenemos que representar con fidelidad en nuestras ideas a esos millones de chilenos que confiaron en nosotros, que se autoclasifican de centroderecha o que se sienten interpretados por nuestras ideas. Hay un desafío muy interesante para ambas directivas de saber interpretar y canalizar bien esta sociedad más libertaria que se está expresando. La directiva lo está haciendo bien con el trabajo en terreno.
-¿Es terreno fértil para iniciar el despliegue de liderazgos presidenciales?
Sin duda que en esta etapa una candidatura presidencial de la UDI tiene que larvarse, trabajarse, porque no hay de antemano un liderazgo natural que por sí solo esté generando adhesión ciudadana.
-¿Como era Golborne?
O como fue el mismo Piñera o Joaquín Lavín en el pasado desde la alcaldía. Estamos todavía a tres años y medio de la elección. Sin duda que los liderazgos emergen y nuestras figuras políticas tienen una posibilidad para saber interpretar bien esto.
-¿La UDI debe enfocarse en eso ahora?
De todas maneras. Los liderazgos políticos de la UDI tienen una oportunidad y hay que trabajar con intensidad. Creo que la UDI tiene que tener un candidato presidencial propio, que participe de la primaria.
-¿También pronto?
Sin prisa, pero sin pausa. Hay que buscar ese candidato para la oportunidad que se va a dar en dos años y medio más. Hay tiempo, no mucho. Hay oportunidades, bastantes, y hay ganas de tener esa oportunidad y ahí es donde hay que trabajar.
-¿Y las cartas? Se habla de Coloma, Larraín, Van Rysselberghe.
Ellos tres y otros más que pueden surgir. Son todas figuras que tienen una trayectoria y posibilidad de transformarse en candidatos presidenciales del partido.
-¿A quiénes más ve?
La candidatura presidencial de la UDI tiene que ser muy trabajosa, muy bien planteada para que tenga alguna posibilidad de éxito, porque no tenemos liderazgos que por sí solos se impongan desde ya. No quiero dar nombres específicos, porque siempre hay alguien que queda herido.
-¿Echar a todos a correr?
Puede haber una primaria interna en la UDI, y después habrá sin duda una primaria de la Alianza y, como lo hemos hecho siempre, la UDI es muy pragmática, vamos a apoyar a alguien de la UDI o de otras corrientes políticas que tenga las mejores posibilidades para enfrentar a la izquierda. Sí, todos parten corriendo desde este minuto y cada uno tiene sus fortalezas como para poder llegar a una buena meta.
-En RN, Allamand ha tenido un rol en la política de los acuerdos, están Ossandón y el ex Presidente Piñera.
Sin duda, hoy el liderazgo más potente de la centroderecha sigue siendo Sebastián Piñera y ese es un liderazgo que hay que tener muy presente y cuidarlo, no es menor también el de Evelyn Matthei y los que hay al interior de la UDI. La derecha no está huérfana de líderes alternativos. Todos ellos tienen posibilidades.
-Aunque Piñera sea el más fuerte, ¿igual apoya una candidatura UDI?
Estoy pensando en una primaria. Ya competimos en el pasado. Pablo Longueira le ganó a Allamand, Lavín con el propio Piñera (en primera vuelta). Planteo un escenario de realismo político en que hay figuras con mayor trayectoria y más conocimiento y otras con menos, pero la UDI debe aspirar a tener un candidato de sus filas y eso no choca que producto de una primaria terminemos cerrando filas con otra candidatura.
-RN busca un acuerdo por binominal con aumento de parlamentarios, a lo que se ha opuesto la UDI.
El proyecto del gobierno lo considero muy negativo para Chile. Es un sistema que va a traer mucha inestabilidad política y que termina afectando la expresión de las grandes mayorías. Sería una ingenuidad concurrir a apoyar esa reforma.
-¿Una ingenuidad de RN?
Si RN no consigue un cambio sustancial al proyecto original no debiera apoyarlo.