Tras el acuerdo en la reforma tributaria, el senador Patricio Walker (DC) defiende la idea de conseguir consensos en otras áreas del programa de Bachelet. Por ello, promueve la reedición de las negociaciones con RN en el cambio al binominal y espera un mayor entendimiento desde el Ministerio de Educación para reforzar los pilares de la reforma educacional.

-A raíz del acuerdo tributario, los dirigentes de la izquierda de la Nueva Mayoría exigieron que "no se reedite la política de consensos", pero desde el PPD y PS valoraron el acuerdo.

Me alegro que exista un clima distinto al que se veía hace dos meses, cuando se hablaba de utilizar una retroexcavadora o de pasar la aplanadora y que se haya entendido que buscar acuerdos amplios no significa abdicar o transar en el programa que la Presidenta le ofreció al país. Nadie habla de transar sin parar ni de avanzar sin transar, queremos una lógica de producir acuerdos para facilitar cambios sociales sustantivos y tener una sociedad más igualitaria. Son acuerdos con contenidos, no insípidos, neutros, incoloros. No es "transaca", es un acuerdo en nuestra cancha. No estamos jugando, como pasó a principios de la transición, en la cancha de la derecha y haciendo acuerdos en la medida de lo posible.

-¿Usted cree, al igual que la opinión de dirigentes como Gutenberg Martínez o Ignacio Walker, que la DC ha sido "maltratada" o "ninguneada" en los primeros meses del gobierno de Bachelet?

Se han cometido errores. Cuando un senador socialista dice que el problema es la DC o cuando critican al presidente del partido por decir lo mismo que dijo Guillermo Teillier o Carlos Montes por la reforma educacional, muestra que algunos sienten una incomodidad con la DC. Sigo pensando que hay una mayoría que cree en la Nueva Mayoría y en el aporte de la DC. No tenemos ningún afán hegemónico, pero no nos gusta que nos "ninguneen" o nos pasen la aplanadora. Hay un cierto prejuicio, una mala onda con la DC, y eso no cayó bien en nuestro mundo. Hay que hacer esfuerzos por cuidar las palabras y los estilos. Es fácil caer en las descalificaciones

-En la reforma tributaria se consiguió un acuerdo amplio. Ese escenario, sin embargo, es distinto para la reforma a la educación. Una de las críticas es la comunicación de la reforma. ¿Comparte esas críticas?

Rescatemos lo positivo. La Presidenta cumplió con el compromiso de enviar proyectos para terminar con el lucro, el copago y la selección. Una reforma estructural así debió ser antecedida por una reforma a la educación pública que hubiese inyectado recursos. Las cosas las debimos haber hecho al revés, pero entiendo que en materia educacional vamos a tener tres tiempos. Tenemos que mejorar la comunicación con los apoderados, con los profesores. He estado en muchas reuniones en Aysén y hay inquietudes. Por ejemplo, cómo lo hace un colegio que quiera asegurarse que los padres compartan el proyecto educativo y que sólo conozcan por internet de esa publicación. El rol de colegisladores que cumplimos en la reforma tributaria lo ejerceremos en la reforma educacional.

-¿Falta salir más a la calle y difundir mejor la reforma?

Sí. Lo que hicimos en la tributaria de escuchar a todas las organizaciones que tenían un punto de vista tenemos que replicarlo en la reforma educacional. Vamos a escuchar a todo el mundo y esto se tiene que complementar con un rol activo del Mineduc, reuniéndose con los apoderados, con los colegios particulares subvencionados, y en esa línea hay que generar mecanismos para que la gente no se sienta atemorizada con la reforma, sino que se establezca un diálogo que permita a los padres distinguir entre campañas del terror y lo que es la reforma de verdad.

-Usted es de los senadores oficialistas que mantienen reticencias a la fórmula de adquisición de establecimientos educacionales. ¿Qué propone como alternativa?

Es un error gastar US$ 5 mil millones en la compra de infraestructura que hoy tienen los sostenedores. No sólo pudieran seguir funcionando aquellos que son propietarios de la infraestructura, necesitamos una solución para los que arriendan con una legislación rigurosa y estricta para que no se paguen arriendos excesivos, con un criterio de mercado, garantizando que la subvención no se utilice en lucro, pero todos nos dimos cuenta que constituye una camisa de fuerza demasiado dura. Hay que distinguir entre quienes otorgan buena educación y aquellos que lucran con la educación. Es injusto meter a todos en el mismo saco. Tenemos que encontrar una solución, el tema no pasa por la compra de infraestructura o si los sostenedores son o no propietarios.

-Otra de las reformas controvertidas es el cambio al sistema binominal. ¿Es posible llegar a un acuerdo con RN? ¿Es partidario de que el gobierno agote esfuerzos?

El año 2012, cuando se suscribió un acuerdo entre la directiva de la DC y RN hubo muchas críticas. Hubo dificultades que impidieron la implementación del acuerdo. El 2013, la Comisión de Constitución tuvo 17 sesiones con el objetivo de buscar la fórmula que nos permitiera decir: "Chao al binominal" y encontrar otro sistema. Quiero decir que en ese minuto los senadores de RN se jugaron por este acuerdo. Exigimos que ese acuerdo fuese con la Nueva Mayoría, que fue firmado por el PS y el PPD, y logramos el acuerdo, que se frustró por una pataleta del entonces Presidente Piñera, que de manera inexplicable se dedicó a torpedear el acuerdo por cadena nacional. Quiero reconocer que en el cambio al binominal, la Nueva Mayoría tiene una deuda de gratitud con RN, porque ellos pagaron costos políticos enormes.

-Se desprende de sus palabras que RN es fundamental para concretar un acuerdo.

Me alegro que Amplitud se haya sumado, pero mientras más amplio sea el acuerdo, más legitimidad va a tener. Mantengo esperanza en que RN se va a sumar.

-Hace un par de semanas, 124 militantes DC enviaron una carta al presidente de su partido para respaldar el matrimonio homosexual. Usted no firma esa carta, ¿Cuál es su opinión?

En nuestro partido, en el Parlamento, no hay temas vedados. Me jugué contra la discriminación, protegimos dentro de esa ley la orientación sexual, trabajando con distintas organizaciones. Después trabajé en el AVP y establecimos que el acuerdo para homosexuales y heterosexuales constituía estado civil y que las controversias las revisan los tribunales de familia. Soy partidario de regular a aquellas parejas que quieran constituir una familia, dar reconocimiento, hablamos de personas y no de bienes. Si el nombre es matrimonio o AVP prefiero AVP, no por un problema de principios, sino por un tema conceptual. No me escandalizo con la idea de discutir el matrimonio igualitario, pero lo sensato es apurar el AVP.

-Desde sus inicios como parlamentario hasta ahora, ¿ha ido cambiando su posición respecto del matrimonio igualitario?

Sigo siendo partidario del AVP, no tengo una actitud poco tolerante con esos temas, aunque se hacen caricaturas cuando digo que la vida es a partir del momento de la concepción. Siempre he sentido que hay que tener una actitud empática con estos temas y reconozco que después de haber tramitado los proyectos en la Comisión de Constitución, he conocido a Luis Larraín, Pablo Simonetti, Rolando Jiménez, mi visión se ha enriquecido con la visión de ellos.