¿Qué le parece la propuesta de la Presidenta?

Ella está cumpliendo una cosa que anunció hace dos años. No es exactamente la fórmula que ella había esbozado en 2015, pero va en la línea esencial. Me explico: se trata de modificar la Constitución por 2/3 de los votos, respetando los quórum y con un mecanismo más participativo. Me parece que no debiera haber tanta sorpresa.

Pareciera que se descarta la asamblea constituyente u otro mecanismo.

Hemos estado enredándonos con los nombres de las cosas. Aquí, por una parte, se está haciendo algo absoluta y completamente ajustado al orden institucional chileno, y por otra, con un mecanismo donde la gente pueda sentir realmente que va a participar. Y eso significa contemplar un plebiscito para ratificar o no lo que se proponga con la convención, y que esa convención sea representativa.

¿Usted cree que va a existir un acuerdo transversal?

Yo le he leído al senador Alberto Espina y al propio Sebastián Piñera decir que, en estos acuerdos, en las reformas que se aprueben, tienen que ser ratificadas eventualmente por plebiscito y que el pueblo diga si está de acuerdo o no con ese conjunto de reformas. Por lo que estarían de acuerdo.

Algunos piensan que en plena campaña presidencial esto podría contaminar el ambiente.

Claro, pero la verdad es que la Presidenta este itinerario lo anunció desde el día uno. De hecho, los encuentros ciudadanos se hicieron bien apretados para que no se toparan con la elección municipal. El proyecto podría estar perfectamente despachado para agosto y, de esa manera, tendríamos una campaña presidencial donde el fondo estuviera puesto en otros temas.

¿Cómo visualiza una eventual Convención Constituyente?

Tenemos que aprovechar toda la representación que va a estar en el Congreso, con un sistema proporcional con muchas más mujeres. Tienen que estar muchos parlamentarios que tengan interés y vocación. Y la otra mitad de la convención debiera estar con ciudadanos que no tengan una vocación política tan marcada. Tenemos que ponernos a trabajar en un proyecto que sea muy consensuado. Si se hace algo que divide o mal hecho, bueno, nadie va a ir votar.