Los últimos días han estado marcados por las especulaciones acerca de las verdaderas razones de la muerte de Whitney Houston, aunque también se han caracterizado por un aumento explosivo en la venta de sus discos. Tal como ocurrió tras el deceso de Michael Jackson, el interés por el catálogo musical de la diva se ha disparado.
Las ventas de sus grabaciones se han multiplicado por 60, las radios no paran de tocar sus hits y las descargas pagadas de sus canciones han marcado récords históricos, lo cual vaticina que la familia de la malograda cantante verá crecer sus arcas de forma exponencial, según consigna la agencia AP.
Además, como Houston no componía sus propios temas, los autores de estos también tendrán su tajada de este fenómeno que se asemeja mucho a lo ocurrido tiempo atrás luego de las muertes del Rey del Pop y Amy Winehouse.
Por otro lado, este año se estrenará la película Sparkle, en donde Houston interpreta el papel de una madre preocupada por la carrera musical de sus hijas. Seguramente la cinta será un éxito de taquilla, tal como ocurrió con This Is It, el filme póstumo de Michael Jackson.
Al momento de su muerte, Houston seguía siendo un producto rentable para la industria musical, la cual ha llorado transversalmente su prematura partida que dejó a la música pop sin una de sus más grandes voces.