Patrizia D'Addario, la mujer que provocó un escándalo en Italia al afirmar que cobró dinero por pasar la noche con el primer ministro, Silvio Berlusconi, entregó a las autoridades seis nuevas grabaciones con pruebas.

El diario La Repubblica afirma que según se deduce de algunas de las intervenciones telefónicas, Berlusconi no sabía que las mujeres que acudían a sus fiestas cobraban dinero.

Las grabaciones corresponden a conversaciones de D'Addario con el empresario Gianpaolo Tarantini, que se encargaba de reclutar mujeres para las fiestas del primer ministro, y con Barbara Montereale, una joven modelo que acudió con ella a algunas de las fiestas.

El escándalo explotó a causa de las intervenciones telefónicas ordenadas por la fiscalía de Bari a Tarantini, investigado por un presunto caso de estafa en su negocio hospitalario en el sur de Italia.

La Repubblica apunta asimismo a un amigo íntimo del Tarantini, Nicola D. y conocido simplemente como "Nic", que es la pista de los investigadores para probar delitos relacionados con el consumo de cocaína en las fiestas del primer ministro.

El diario asegura que Nic era el proveedor de cocaína para las fiestas de Berlusconi y que acudía en persona a las celebraciones, aunque él confirmó que acudió sólo una vez a una residencia del primer ministro.

Según fuentes de la Fiscalía de Bari citadas por el diario Corriere della Sera, Berlusconi ha hablado muchas veces por teléfono con Tarantini.