"El sistema de isapres vivió un momento complejo en 2016, pero es un modelo que funciona, que se estudia en otros lugares y que tiene potencialidad para ajustes", dice Patxi Amutio, gerente general de Isapre Cruz Blanca. Si bien reconoce que la crisis de Masvida afectó, enfatiza que es la creciente judicialización la mayor preocupación que tiene el sector.
Aun con estas dificultades, Cruz Blanca lideró las utilidades del sector el año pasado, con $11.900 millones, un avance de 215,9% respecto de 2015, según informó el regulador de la industria. Amutio enfatiza que este resultado fue producto del mayor control de costos, la austeridad en los gastos de prestación y ventas, que incluyó una reducción en la fuerza de ventas y un incremento de la productividad de este equipo también.
No obstante, el ejecutivo advierte que esta "es una utilidad muy modesta, de 2,2% sobre ingresos... los fondos mutuos dan 4% sin hacer nada". Puntualiza que, según el reporte, en IFRS (forma en que informan gran parte de las empresas) el resultado es mucho más exiguo, con $3.300 millones de utilidad, un 0,6% sobre ventas. Pese a todo, revela que entre sus metas está obtener una rentabilidad de entre 3,5% y 4% a 2020.
¿Por qué es diferente el resultado en SIS y en IFRS?
Por las provisiones técnicas -que es el dinero que me guardo para atender los gastos que he tenido y que tendré en el futuro próximo-, que son menos exigentes en el reporte SIS que en IFRS. En nuestro caso, a diciembre de 2016 tenemos provisionados $14,4 mil millones en SIS, muy por debajo de los $49 mil millones que registramos en IFRS. En concreto, al reporte SIS le falta un pedazo del pasivo que sí está bien recogido en IFRS.
¿Sería bueno reportar en IFRS?
Sí. Eso implica requerimientos de patrimonio, de más capital, de más garantías, no es solo un dato. Sería bueno que en un futuro próximo se avanzara en esa línea para tener un balance más robusto.
Masvida, una isapre que solo reporta en SIS, tuvo problemas...
Llama la atención que sea la isapre que solo reporta en SIS y que no ha hecho alza de planes en los últimos años... ¿por qué sería diferente su realidad a las demás?
¿Lo de Masvida es puntual?
Sí, y no representa a la industria. En Cruz Blanca tenemos un modelo de balance robusto.
¿Qué responsabilidad tiene el superintendente en ese sentido?
No sé. No voy a juzgar su responsabilidad porque él se atañe a la norma que le rige. Después de las crisis, todos podemos pensar que lo podríamos haber hecho mejor. Ahora, siempre la anticipación en estas crisis se echa de menos.
Según el regulador, los resultados de las isapres en 2016 no justifican un alza en los planes. Ustedes, aunque tuvieron la mayor utilidad, hicieron un reajuste de 7,6% en promedio, el más alto.
Esta subida recoge el aumento del gasto médico de salud en 8,8% el año pasado y proyecta el avance que tendremos en 2018. Porque este reajuste será efectivo este año solo para un 7% de la cartera y recién el próximo año afectará al 76% de nuestros clientes.
Además, el propio Ministerio de Salud está pidiendo más fondos, porque el costo crece.
¿Aportan este tipo de opiniones?
No contribuye mucho a justificar el que hacemos una adecuación responsable el que el regulador diga que no es necesario subir los precios. Además, hace poco se demostró que las isapres que no suben sus precios, a largo plazo acaban teniendo problemas.
¿Queda en evidencia la necesidad de reformar la regulación?
Sí, eso siempre es bueno. La judicialización es relevante porque nos llevan a tribunales por aplicar la ley, lo que genera una problemática antinatural al sistema. Esto hay que arreglarlo; es fácil, bastante más de lo que se puede suponer.
¿Qué hace la industria para fortalecer su permanencia?
Estamos mejorando la libre movilidad entre isapres. Existen clientes cautivos, pero, por ejemplo, nosotros vendemos 6.500 contratos al mes y, de esos, 1.800 entran con algún tipo de preexistencia.
¿Qué otra medida es vital?
Que se impulse el pago por solución. Si paquetizamos, los incentivos se alinean y compartimos riesgos con el prestador. Por ejemplo, si acuerdo con un prestador que todos los partos los pagaré considerando una hospitalización de cuatro noches a US$ 100. Si el prestador puede resolverlo en dos noches, le sigo pagando las cuatro. Entonces el incentivo está en ser eficiente y en vez de demorarse siete noches -como sucede hoy-, deberían intentar solucionarlo en menos. Así, si un parto se extiende más de cuatro noches, eso corre por cuenta del prestador. Los casos extraordinarios, que se extienda 20 noches, se ve uno a uno.
¿Ustedes aplican este concepto?
Sí. Pasamos de 11% de prestaciones paquetizadas a 25%. Es muy duro, porque hay que trabajar en equipo con los prestadores, compartir información sensible, pero funciona. A fines de este año me gustaría paquetizar el 40% de las prestaciones y un 95% o 100% a 2020.
¿En qué quedó su relación con la Clínica Las Condes?
No tenemos una relación oficial.
¿Podrían retomarla?
Por el momento no.
¿Y con el resto de los prestadores?
Estamos trabajando con todo el mundo con fluidez tratando de modificar el comportamiento de los actores, yendo al pago por solución.