Este 14 de noviembre el músico y ex The Beatle, Paul McCartney, sorprendió a sus seguidores con un mensaje publicado en su sitio web.
Se trató de una carta escrita al presidente de Rusia, Vladimir Putin, solicitando la intervención del mandatario en el caso de 30 activistas de Greenpeace detenidos en ese país tras protestar contra la empresa petrolera Gazprom en el Polo Norte.
"Querido Vladimir", comienza la carta: "Hece más de 10 años que toqué en la Plaza Roja, pero aún así pienso muchas veces en Rusia y en su pueblo", recordó McCartney.
El cantante destacó el carácter pacifico de los detenidos, recordando además que la ong ambientalista no tiene un carácter anti-ruso, sino que se encarga de increpar a todos los gobiernos y que no reciben dinero de corporaciones ni países. "La no violencia es una parte esencial de lo que son", reafirma.
"Millones de personas en decenas de países estarían inmensamente agradecidos si pudiera intervenir para poner fin a este asunto", continuó el escrito, aunque reconoció: "Naturalmente, entiendo que los tribunales rusos y la presidencia rusa son dos cosas distintas. Sin embargo, me pregunto si usted no podría utilizar su influencia para reunir a los detenidos con sus familias".
McCartney agregó: "Sería genial si este malentendido se pudiera resolver y los activistas pudieran estar con sus familias a tiempo para Navidad. Tenemos esperanza".
Antes de finalizar la misiva, el cantante evocó una de sus creaciones musicales. "Hace 45 años escribí una canción sobre Rusia para el Álbum Blanco, en una época en la que no estaba de moda para los ingleses decir cosas buenas sobre su país. En esa canción había una de mis frases favoritas de los Beatles: 'He estado lejos tanto tiempo que apenas conocí el lugar, caramba, es bueno estar de vuelta en casa'. ¿Podría hacer que eso se haga realidad para los prisioneros de Greenpeace?", concluyó.
Los 30 activistas fueron detenidos el 19 de septiembre por la Guardia Costera Rusa, al protestar por "los riesgos ambientales de la extracción de petróleo en el Ártico que pretende realizar la empresa energética Gazprom, socia de Shell", indica la propia ong.
Esta semana, los prisioneros fueron trasladados a la ciudad de San Petersburgo y según indica Greenpeace, más de dos millones de personas en el mundo han firmado una petición para que los activistas sean liberados.