El 12 de octubre de 1969, Russ Gibb conducía su programa en una modesta emisora de Dearborn, Michigan, cuando un auditor que sólo se identificó como Tom le dijo una frase que haría historia: "Paul McCartney está muerto". No sólo eso. Le pidió para probarlo que reprodujera en sentido inverso el tema "Revolution 9", una pista casi experimental del álbum blanco, publicado el año anterior, donde se escucharía la frase "Turn me on, dead man" ("excítame, hombre muerto"). Gibb lo hizo. Y quedó helado.

Comienza así una de las leyendas urbanas más difundidas de la música popular, sólo a la altura de aquella que asegura que Elvis Presley sigue vivo en alguna isla perdida del mapa. Lo cierto es que desde ese día las teorías de la conspiración se han multiplicado y el último antecedente lo entregó la productora independiente "Highway 61", que realizó el documental: "Paul está realmente muerto: el último testamento de George Harrison".

De acuerdo a su versión, en el verano de 2005 un paquete proveniente desde Londres llegó a sus oficinas, con dos mini cassettes de audio fechados en diciembre de 1999 en el interior y con la leyenda "el último testamento de George Harrison". Al escucharlo, una voz que sería la del hoy fallecido ex Beatle admitiría que la historia de la muerte de McCartney es cierta, detallando la conspiración que habría ocurrido tras el accidente.

El documental puede verse en YouTube, para que lo juzgue usted mismo, e, incluso, con subtítulos en español.

¿Y CÓMO HABRÍA MUERTO?

La leyenda cuenta que todo ocurrió la madrugada del miércoles 9 de noviembre de 1966, tras una agitada jornada de grabación del álbum "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band". Luego de varias horas de ensayos, Paul habría tenido una fuerte discusión con sus compañeros de banda y, a medio vestir, se habría subido a su Aston Martin junto a una mujer llamada Rita, a la que habría accedido llevar a su casa.

Según la historia, mientras conducía a alta velocidad, Paul se distrajo mirando a Rita (algo que, aseguran, es descrito en la canción "Lovely Rita" del álbum ya mencionado) y pasó un semáforo con luz roja sin darse cuenta. Un camión se le habría cruzado en el camino arrollándolo y terminando con la vida de McCartney. Rita habría salvado ilesa.

De acuerdo a las teorías de la conspiración, entró entonces en escena el MI5 británico, el servicio de inteligencia de ese país, para evitar que la noticia provocara una ola de suicidios en Inglaterra. Habría, entonces, ocultado la evidencia y tramado todo el engaño.

¿Y el impostor? Sería nada menos que un oficial de policía canadiense que habría ganado un concurso de dobles del cantante. Su nombre sería William Shears (o Billy Shears, su nombre artístico, y de quién se haría mención como el líder de la banda de los corazones solitarios en el álbum "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band").

LAS "PRUEBAS" DEL HECHO
Por cierto, supuestas "pruebas" hay muchas. Incluso, en el sitio "Paul is Dead" las relatan con lujo de detalles, aunque según los defensores de la leyenda fueron los propios Beatles quienes dieron el primer paso al comentar los detalles del accidente en trozos de sus canciones.

Por ejemplo, en "A Day in the Life" se escucha "he didn't notice that the lights had changed" ("no notó que las luces habían cambiado"), en "She's Leaving Home" cantan "wednesday morning at 5 o'clock as the day begins" ("el miércoles a las 5 de la mañana en punto cuando comenzaba el día") y en "Lady Madonna" agregan "wednesday morning papers didn't come" ("los periódicos no llegaron la mañana del miércoles").

En términos gráficos, ninguna "prueba" parece más clara, para ellos, que las portadas de los álbumes "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" (1967) y "Abbey Road" (1969).

En la primera, se observa una tumba hecha de flores y, sobre ella, un bajo -el instrumento que tocaba Paul en el grupo- también de flores, aunque con una peculiaridad: tiene tres cuerdas en vez de cuatro. Según la teoría, una por cada Beatle verdadero.

En la segunda, la interpretación es que se recrearía un cortejo fúnebre, con John Lennon vestido de blanco por su rol de predicador; Ringo Starr de negro como el funerario y, al final de todos, George con ropa de trabajo como el enterrador. ¿Y Paul? En tercer lugar, con los ojos cerrados, vestido de traje, pero extrañamente descalzo, a diferencia del resto. ¿Algo más? Sí. Mientras todos avanzan con la izquierda adelante, McCartney (¿o Shears?) lo hace con la derecha.

ALUSIONES Y BROMAS
El rumor no pasó inadvertido por los Beatles. El propio Lennon se refirió directamente al hecho en su canción "How do you sleep" ("¿Cómo duermes?"), del álbum "Imagine" de 1971, donde entre los múltiples ataques a su entonces ex compañero, a quien le enrostra su falta de talento fuera del grupo, le canta "those freaks were right when they said you were dead" ("esos locos tenían razón cuando decían que habías muerto").

El propio McCartney, en todo caso, se tomó el asunto para la broma, cuando llamó a su gira en 1993 "Paul is Live!" ("¡Paul está vivo!"), con una portada que vuelve a la mítica Abbey Road, aunque con el cantante esta vez con zapatos y paseando a su perra Martha.

Incluso, ese mismo año, al ser invitado al programa humorístico "Saturday Night Live" el fallecido Chris Farley le preguntó en un momento "¿recuerdas cuando estuviste en los Beatles y supuestamente estabas muerto, y hubo todas esas pistas y todo eso como que si tocas una canción al revés dice 'Paul está muerto, Paul está muerto'? Eso fue un engaño, ¿cierto?". Y McCartney respondió: "sí, en verdad no estaba muerto".

¿Una simple historia de leyenda? Lo más seguro es que nunca lo sabremos del todo…