El nominado como candidato a la vicepresidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano, Paul Ryan, aceptó hoy formalmente en Tampa la designación como un "deber" en momentos de crisis en el país y afirmó que junto con el postulante a la Casa Blanca Mitt Romney pueden darle la "vuelta" a la situación.
"Acepto el deber de ayudar a liderar a nuestra nación para sacarla de una crisis de empleos hasta devolverla a la prosperidad, y sé que podemos hacerlo", dijo ante una entregada audiencia asistente a la penúltima jornada de convención republicana en Tampa, Florida.
Exactamente 24 horas más tarde de que la convención nominara formalmente a Romney y a Ryan como su fórmula para volver a recuperar la presidencia estadounidense en las elecciones del 6 de noviembre, el candidato vicepresidencial se mostró convencido de que esta apuesta tendrá éxito.
"Tras cuatro años en los que nos han tomado el pelo, Estados Unidos necesita que se le dé la vuelta a la situación, y el hombre para lograrlo es Mitt Romney", proclamó entre vítores de la convención republicana.