En La Moneda dicen que la decisión del comité político es salir a defenderse ante los ataques de todos los candidatos presidenciales, sin distinción. Sin embargo, creen que el abanderado de Chile Vamos, Sebastián Piñera, tiene la determinación de poner al gobierno como foco de sus ataques, situando al Ejecutivo -dicen- como una suerte de contendor en medio de la campaña.
En el gobierno sostienen que el ex Presidente ha utilizado una estrategia de "inexactitudes intencionadas" respecto de la administración de Michelle Bachelet. Y así se explica la dura arremetida que lanza aquí la ministra Paula Narváez. La vocera de Palacio apunta a los "límites éticos" de Piñera, lo acusa de "manipular a la opinión pública", de usar electoralmente "temas sensibles" -como las muertes de menores ocurridas en centros del Sename- y de aplicar un "guión" sobre terrorismo, delincuencia y "un país sombrío".
Fue muy criticada la intervención del gobierno para evitar que se aprobara el informe de la comisión investigadora sobre las muertes en el Sename. ¿Era tan deficiente ese texto?
Ese informe no se podía votar en la sala por partes, a diferencia de al interior de la comisión. Por lo tanto, puede tener elementos rescatables, pero hay aseveraciones que son parciales, vagas y de desconocimiento de lo que ya se está haciendo en esta materia. Y como esto es un hecho político, era importante que se comprendiera que ese informe no estaba reflejando la realidad. Se hizo un juego reduccionista de decir que el que estaba con el informe, está con los niños, y el que no está con el informe, está contra los niños.
La sensación es que hubo un blindaje a Javiera Blanco…
Esa fue la sensación que se quiso instalar. Con toda la explicación que le doy, queda claro que no tiene nada que ver con aquello.
El día después de que se rechazó el informe en la Cámara, Sebastián Piñera convocó a una conferencia de prensa junto a un grupo de diputados. ¿Qué le pareció su intervención?
Piñera, generalmente, lo que hace es utilizar, con fines electorales, temas tremendamente sensibles. No tuvo ningún pudor, ningún pudor, en utilizar el tema del triste accidente y desaparición de los mineros en Chile Chico, lo que resulta bastante descuadrado. O sea, Piñera no está nunca a la altura de un estadista. Y ocupar el dolor de los niños del Sename para sacar dividendos políticos muestra claramente un patrón en esto. Esto habla de los límites éticos que él tiene. Además, tiene un guión en la campaña que es reñido con la ética. Manipular a la opinión pública con el temor y el miedo, de verdad creo que es una de las cosas más bajas que uno puede hacer. Hay algunos estrategas comunicacionales que lo usan, pero uno no puede usar cualquier cosa, así como que el fin justifique tus medios a ultranza. Repite el guión del terrorismo, repite el guión de la delincuencia, repite el guión del país sombrío, estancado, del país que está poco menos que en un fango. Eso es tremendamente manipulador. Yo lo podría entender de alguien que no ha sido gobernante.
Piñera dijo ayer, en una entrevista a La Tercera, que el proyecto que presentó en su administración para reemplazar al Sename "lo frenó la Concertación". Además, sostuvo que "hasta hoy el gobierno no ha presentado un proyecto alternativo"...
Me parece increíble que el candidato de la derecha señale que el gobierno de la Presidenta Bachelet no ha hecho nada respecto de la modificación o reforma al Sename. Yo lo llamo a informarse un poco más. Prefiero pensar que es un problema de mala información, no de mala fe. Hay dos proyectos ingresados... Además, él dice que no avanzamos con el proyecto que él presentó. Ese proyecto contaba con un presupuesto como de mil millones de pesos. Qué hace usted con mil millones de pesos. Los proyectos de la Presidenta Bachelet contemplan, al menos, una inversión para el Sename de 85 mil millones de pesos. Entonces, hablemos con toda la información sobre la mesa, no con información a medias, que es lo que siempre hace Sebastián Piñera. Es una cosa impresionante. Y además de los proyectos, el gobierno de la Presidenta Bachelet tiene 26% de aumento en la asignación presupuestaria para el Sename en sus tres primeros años, versus un 16% de Piñera. Para darle otro ejemplo: respecto de la transferencia de competencias a las regiones. Su proyecto, al cual nosotros le pusimos indicaciones, contemplaba mínimas competencias para las regiones. Entonces, él sólo informa lo que le conviene. Llama la atención que alguien que se muestra tan bueno para los negocios se equivoque tanto o falte a la verdad.
¿Cree que Piñera, como han dicho algunos analistas, salió fortalecido después de la primaria? Esa elección tuvo una convocatoria que superó las expectativas...
La votación de Piñera es la votación de la derecha dura. No me parece una cosa extraordinaria, desde ese punto de vista. Aunque no hay que desmerecer. Me parece importante el ejercicio democrático. Eso es muy legítimo, pero si salió o no fortalecido es algo que está por verse. Este es un año en el que las elecciones están abiertas. Entonces, es muy importante que todas las candidaturas, y por supuesto nuestro interés es que las de la Nueva Mayoría, trabajen muy conscientes de lo que se está jugando en esta elección. Lo que se está jugando es continuar en el camino de las transformaciones, de profundizar las transformaciones del gobierno de la Presidenta Bachelet, o retroceder hacia un modelo restaurador, tremendamente conservador, que quiere una presencia de mucho más mercado por sobre un Estado que protege. La derecha, especialmente el candidato, ha hecho una cantidad increíble de caricaturas. El dice: "Les vamos a devolver a los padres el derecho a elegir la educación de sus hijos". ¡Por favor! El modelo de mercado es que los padres puedan elegir en función del bolsillo que tienen. Lo que se está jugando aquí son dos modelos, dos tipos de país. Quienes tenemos que defender el sello transformador del gobierno son nuestras fuerzas de la centroizquierda. Y lo importante es que todos nos levantemos con orgullo a defender lo que se ha hecho.
¿Y ha visto una defensa con orgullo en la Nueva Mayoría?
Se lo digo así: quisiera ver más entusiasmo. No voy a personificar en una persona o en un partido. Todos estamos llamados a hacer esa defensa, que podemos hacer con toda tranquilidad, sin complejos.
En materia de gratuidad educacional, al menos, hay una defensa más o menos extendida…
¿Se da cuenta del tremendo logro de la Presidenta Bachelet en aquello? Todo el mundo negaba la gratuidad, decían que era una locura, se diferenciaban, la ponían en cuestión. Bueno, hoy todo el mundo habla de la gratuidad. Pero, ojo, Piñera tiene esta manera de plantear las cosas con letra chica. Entonces, la gratuidad de Piñera puede venir con letra chica.
Según el diagnóstico que usted hace, ¿qué efecto tendría que Sebastián Piñera gane la Presidencia?
Piñera y la derecha representan un modelo de sociedad y país donde el individualismo, el mercado y el conservadurismo respecto de las relaciones sociales priman. Además, no hay una valoración sustantiva de los derechos de todos sin exclusión, por ejemplo, sobre la diversidad sexual. Volver a un orden como el que representan Piñera y su sector es un retroceso.
El ex presidente dijo que no avanzará en un proyecto de matrimonio igualitario, pero hay un compromiso del Estado chileno ante un organismo internacional…
Efectivamente, hay un compromiso de solución amistosa con la Comisión Interamericana de DD.HH. Y el gobierno de la Presidenta Bachelet tiene una convicción de fondo sobre la diversidad y de valorar los derechos de todos y todas. Por lo tanto, hemos dicho que vamos a ingresar un proyecto de matrimonio igualitario.
¿Pero eso obliga a un eventual gobierno de Piñera?
Bueno, hay que hacer la tramitación del proyecto en el Congreso. Eso tiene que seguir adelante. Nosotros esperamos seguir gobernando y que se garantice la existencia de esa ley.
Usted plantea que en las próximas elecciones hay dos modelos de país en juego. Me imagino que el objetivo es que la centroizquierda continúe en el gobierno. ¿Cómo se logra eso?
Se logra, primero, con un trabajo desplegado de las candidaturas presidenciales que reflejan las ideas de la centroizquierda. Hay un llamado que hacemos a nuestra gente a defender nuestra obra. Eso es muy importante: que salgan con orgullo, con amor y con identificación a defender lo que el gobierno de la Presidenta Bachelet ha llevado adelante. Entonces, se gana con esa convicción primero: que estamos defendiendo algo que tiene un valor para Chile. Y lo segundo, desde el punto de vista del gobierno, haciendo nuestro trabajo hasta el final, cumpliendo los compromisos y sacando la agenda legislativa.
Y también se gana, básicamente, con un candidato competitivo…
Bueno, pero creemos que eso es lo que está abierto. Las encuestas son una señal de aquello.
¿La Nueva Mayoría tiene un candidato realmente competitivo para ganarle a Piñera?
Sí, por supuesto que lo tenemos… Pero no hay uno solo, hay dos, pues. Por tanto, eso es lo que se está jugando en este momento: cómo se perfilan ambos candidatos... La centroizquierda unida es la competitiva para ganarle a Piñera.
Claramente, en el oficialismo hay un candidato más competitivo que otro…
Vamos a ver, vamos a ver, pues, si usted sólo les cree a las encuestas.
¿Qué evaluación tienen en el Ejecutivo sobre cómo se han ido desarrollando las definiciones presidenciales al interior de la Nueva Mayoría?
Enfrentamos un escenario completamente inédito. No era lo que acostumbradamente había ocurrido en las fuerzas de las centroizquierda esto de tener dos candidaturas presidenciales. Sí había ocurrido en la derecha. Entonces, en su momento se planteó como un escenario que iba a ser muy desafiante para todos, porque nos iba a poner a prueba para tener la capacidad de continuar adelante con sacar adelante el programa de la Presidenta Bachelet y, por otro lado, en llevar adelante un proceso de candidaturas en un año electoral, que iba a estar atravesado por distintos hitos, como, por ejemplo, las primarias, donde finalmente la Nueva Mayoría no estuvo. Yo creo que fue un escenario que nos desafió de manera muy importante al inicio, y que todavía nos desafía. Creo que hemos sorteado de manera muy positiva la prueba. En algún momento el diagnóstico fue "esto va a ser catastrófico". Todo el mundo dijo que aquí se acabó todo y que no íbamos a conseguir ponernos de acuerdo. Y eso no ocurrió. Estamos con estas dos candidaturas, y como gobierno hemos llevado adelante nuestra agenda. Y en los momentos de requerir que la Nueva Mayoría se alinee en un solo sentido, lo hemos logrado también. Eso es, una vez más, una clara muestra de nuestra capacidad de gobernar.
¿Pero qué le parecen las decisiones que se fueron tomando?
Es que no nos corresponde calificar, como Ejecutivo, ni hacer un juicio respecto de eso. No sirve de nada que yo plantee situaciones ideales… Mire, los partidos hicieron un tremendo esfuerzo por reficharse. También se dijo que ninguno se iba a refichar, que se iban a acabar los partidos… No fue así. Ellos estuvieron sometidos a un estrés enorme y fueron capaces de salir adelante. Tenemos un respeto enorme por los esfuerzos que han hecho los partidos para adaptarse a las nuevas condiciones.
La Presidenta Bachelet dijo que ella hubiera preferido que la Nueva Mayoría participara en las primarias y que haya un único candidato del bloque…
Siempre lo hemos dicho. El escenario ideal son las primarias, porque tienen un rol que jugar en un proceso democrático, permite a la ciudadanía expresarse, genera un debate de ideas. O sea, son una serie de oportunidades tremendamente positivas que se juegan en las primarias. Sin embargo, respetamos la decisión que tomaron los partidos.
¿La Nueva Mayoría perdió oportunidades importantes al restarse de las primarias?
Creo que es importante para los partidos comprender que la decisión de no haber estado en primarias los desafía aún más a que en esta etapa, de campaña y de candidaturas, se tengan que desplegar con mucha fuerza para dar a conocer sus ideas y programas. No tuvieron la posibilidad, por ejemplo, de estar en la franja.