La venta de fármacos en ferias libres se ha vuelto frecuente en los últimos años, convirtiendo a estos productos en uno más de los ítems disponibles y demandados en estos sitios de comercio.

Se trata de una práctica que va en alza, impulsada por sus precios considerablemente más baratos que en las farmacias, y las facilidades de acceso al venderse sin receta médica. Sin embargo, la autoridad sanitaria alerta que revisten un peligro: los remedios que se venden en estos sitios no cuentan con las condiciones sanitarias adecuadas y podrían significar un riesgo para la salud.

Por ello, la Policía de Investigaciones (PDI) y el Instituto de Salud Pública (ISP) han fortalecido la fiscalización de estas ventas ilegales, en distintas comunas de Santiago. Así, de acuerdo a cifras de la PDI entregadas por Ley de Transparencia, el año pasado en la Región Metropolitana se incautaron 101.771 remedios en ferias libres de ocho comunas, lideradas por Peñalolén y Quilicura.

Entre los medicamentos más confiscados se encuentran los analgésicos, antiinflamatorios y los antibióticos (ver infografía).

La mayor fiscalización, además, ha redundado en un aumento del 11% en las incautaciones, que pasaron de 91.372 en 2013 a un total de 101.771 en 2016.

"Hay farmacias que venden de manera irregular a los feriantes al por mayor y sin receta médica. También hemos notado productos adulterados y hemos logrado ubicar medicamentos que habían sido sustraídos", explica Héctor Chaura, comisario de la Brigada de Delitos Contra el Medio Ambiente y el Patrimonio Cultural (Bidema) de la PDI.

De hecho, el pasado jueves la Bidema realizó un procedimiento en La Pintana, en el cual se detuvo a una persona por delitos contra la salud pública, incautándose 5.013 comprimidos de diversos medicamentos, los que habían sido adquiridos al por mayor en una farmacia de Recoleta.

Además, Chaura explica que comunas como Peñalolén son zonas donde "se ha detectado más movimientos en estas ferias, por lo que nos centramos más en esas áreas, pero eso no implica que no vayamos a otros lados".

El trabajo que realiza la policía se hace en coordinación con el ISP, institución a cargo del aspecto sanitario de las investigaciones. Maysie Vallejos, integrante del subdepartamento de Inspecciones del organismo, explica que ellos informan a la fiscalía "de la situación sanitaria y estado de los medicamentos incautados por las policías, además de comunicar los riesgos asociados a éstos". Agrega que "con los resultados de los análisis que se hacen en el ISP, el Ministerio Público tiene los antecedentes necesarios para definir la ocurrencia de un delito, y dictaminar alguna pena".

Riesgos de consumo

El motivo principal detrás del fortalecimiento en los procedimientos y las alertas, se encuentra en los peligros para la salud que puede significar la utilización de los medicamentos vendidos de manera ilegal.

Estos riesgos "están asociados a que no existe control de la procedencia y condiciones de almacenamiento y sus principios activos pueden verse alterados al estar expuestos a condiciones de temperatura, humedad u otros", dice Vallejos.

Juan Carlos Ríos, doctor del Centro de Investigación Toxicológica de la Universidad Católica (Cituc), explica que "el medicamento que se compra de esta forma puede no ejercer los efectos que se esperan, porque está vencido, porque no tiene la eficacia, por estar mal almacenado".

Agrega que, por ejemplo, "en los antibióticos, al tomarlos indiscriminadamente, se puede provocar mayor resistencia inmunológica, por lo que cuando se necesite el remedio no tendrá efecto".

Según Patricia Acuña, químico farmacéutica y académica de la Facultad de Farmacia de la U. de Valparaíso, muchos de los medicamentos que se compran así son bajo "la automedicación, que involucra que alguien se haya hecho un autodiagnóstico sin recurrir a un especialista y esto trae consecuencias peligrosas, porque las personas no tienen las condiciones necesarias para poder realizar esto".

Añade que en el caso de los fármacos más incautados "estos requieren un diagnóstico médico, ya que no hay ninguno que pueda ser automedicado. El problema acá es que muchos de los medicamentos incautados son peligrosos sin este diagnóstico, porque ninguno es inocuo, siempre pueden tener eventos adversos, dependiendo de la condición del paciente u otros factores".