La PDI incautó esta tarde 40 decodificadores que captan señales satelitales de televisión, que eran vendidos junto con un software para modificarlas y poder ver canales de cable. En el operativo, se detuvo a dos personas por la violación a la Ley de Propiedad Intelectual. Esto, se debió a que junto con vender estos aparatos, vendían un programa que modificaba señales según "claves" manejadas por compañías de cable.

El subcomisario, Rodrigo Barros, de la Brigada Investigadora de Delitos de Propiedad Intelectual, explicó que estas claves saldrían de funcionarios de las propias empresas, aunque aún la policía no conoce cómo operan.

"Estos decodificadores son de señal abierta, en los cuales tú puedes instalarle una antena y puedes ver los canales gratuitos en mejor calidad, pero con un pendrive se les instala un software para poder ver las señales satelitales", sostuvo.

Los decodificadores incautados estaban siendo vendidos en $50 mil, debido a que se estaba intentando rematarlas ante la advertencia del apagón general, puesto que el valor de este "servicio" habitualmente fluctúa entre los $100 mil y los $200 mil.

INVESTIGACION DE DOS AÑOS
Este operativo se ve inmerso en medio de un trabajo de entre un año y medio y dos años en que la PDI ha incautado cerca de 400 decodificadores, tratando de superar la clandestinidad, puesto que habitualmente este tipo de aparatos no se venden en lugares legales o establecidos.

"Esta ha sido una lucha constante contra la utilización ilegal de señales, después de un año y medio o dos de investigación, hemos incautado alrededor de unos 400 aparatos", indicó el subcomisario Barros. Según la policía, todo el plan surgió tras el aviso de Estados Unidos, que advirtió a las autoridades chilenas de que desde el país había un creciente uso ilegal de señales televisivas.

El subcomisario Rodrigo Barros puntualizó que "las personas que tienen estos decodificadores infringen la Ley de Propiedad Intelectual porque utilizan en sus hogares un programa que esta protegido, ellos no están pagando por el uso legal de este programa", aunque indicó que hasta el momento la única pena es "social", es decir sufrir el haber sido estafado y quedarse sin el servicio de cable.