La roca era de cinco toneladas y aunque parezca increíble en su interior permanecían ocultos 90 kilos de cocaína que lograron ser decomisados por la PDI. La droga se detectó cuando un escáner que determina la densidad de la carga determinándose que la roca había sido elaborada porque en parte de su estructura se evidenciaba una especie de tapa y bajo esta, material para camuflar droga. Incluso se debió contratar a una empresa para realizar las perforaciones.
Este hecho ocurrido en julio pasado, no es aislado para la PDI, que cada día ve métodos más curiosos para ocultar droga que entra o sale de nuestro país ya sea vía terrestre o aeropuerto. Así lo explica el comisario de la Jefatura Nacional Antinarcóticos, Erick Menay, quien asegura que el tráfico de drogas es un delito en constante evolución.
"Las organizaciones trasnacionales a fin de satisfacer la demanda de droga tienen que utilizar su máximo ingenio para lograr sus objetivos, por lo tanto el estudio y el análisis investigativo en gran medida se orienta, junto con estructurar a la banda, en hacer un trabajo para distinguir sus métodos de ocultamiento", dice Menay a La Tercera.
METODOS TERRESTRES
El comisario explica que en la zona norte del país es donde se dan los métodos más básicos de ocultamiento, como acondicionamiento de automóviles y los, "los burreros que son sujetos que conociendo el sector y aclimatados a las condiciones geográficas pueden caminar por pasos no habilitados usando rutas y senderos que van satisfaciendo la entrega de droga".
El otro método son los correos humanos, que son personas que viajan con la droga adosada a su cuerpo, vestimentas o equipaje, y además gente que viaja con la droga en su estómago, lo que Menay califica como "viajar con la muerte".
"Son personas que viajan con la droga en el estómago tras haberla ingerido en forma de ovoides que pueden contener hasta 10 gramos de droga. Son personas, generalmente de escasos recursos, que recluta la organización para tragarse esta droga y trasnportarla. Eso es viajar con la muerte en el estómago porque es sustancia que generalmente está sobre el 80 u 85% de pureza y si se rompe en el estómago la persona puede morir rápidamente por sobredosis si no recibe atención médica en un tiempo no mayor a 30 minutos", dice Menay.
CHOCOLATES, PASTELES Y TABLAS DE SURF
En febrero pasado una ciudadana española fue detenida en el aeropuerto luego de que se descubriera que transportaba 1,8 kilos de cocaína impregnada en un colchón inflable. La ruta de la mujer comenzó en Perú con escala en Chile y destino final Madrid.
Ante este tipo de hechos el comisario Menay manifiesta que "ya es más común ver personas que viajan con droga impregnada en prendas de vestir u otros elementos. Disuelven la droga en agua, introducen la prenda y dejan que se seque, la doblan y viajan con ella. Al llegar a destino se moja la prenda nuevamente, se agrega un líquido especial, se centrifuga y esperan que se evapore, para volver a obtener la droga en su estado sólido".
Agrega que "en Chile aún no se ha visto droga oculta en frutas, método utilizado en países centroamericanos, pero si vemos procedimientos de aeropuerto donde hay droga impregnada en ropa, colchones y tablas de surf. También droga contenida en chocolates, pasteles y disuelta en botellas de licor".
Para Menay eso se explica porque "todo lo que ocupa un lugar en el espacio puede ser utilizado como medio de transporte para un traficante".
CHILE RENTABLE
Menay explica que "el delito siempre buscará entrar a mercados que son rentables, y en Chile hay perspectiva económica y recursos y por ende hay más ganancia. En la medida que la droga se aleja de la zona de producción y elaboración presenta dos fenómenos: el aumento de precio y la baja en la cantidad. Eso hace de Chile un mercado atrayente"
Agrega que "por ejemplo, en Chile un kilo de marihuana puede costar apróximadamente un millón de pesos, en Paraguay, que es productor, cerca de 10 mil pesos chilenos el kilo. A ello debe sumarse que el control estricto en nuestras fronteras es conocido en el mundo, por eso las escalas se producen en Chile, como forma de despistar".