Se acerca la Navidad y la presión por los regalos, especialmente para los niños, aumenta. Es por eso que la Policía de Investigaciones y el Sernac presentaron una serie de recomendaciones para que los padres elijan juguetes seguros para sus hijos.
Esta iniciativa busca prevenir que se compren juguetes falsificados, ya que estos, pese a ser más baratos, pueden tener materiales tóxicos o piezas pequeñas que se desprenden y pueden provocar algún accidente navideño.
En lo que va del año, la PDI ha incautado un total de 83.565 juguetes piratas en distintos operativos. De esos, más de nueve mil han sido retirados previos a Navidad.
"En las últimas semanas se han llevado a cabo ocho procedimientos policiales que infringen las leyes Propiedad Intelectual y/o Industrial, incautando más de nueve mil juguetes deteniendo a 12 personas", señaló el Comisario Ricardo Mathias de la Brigada de Delitos de Propiedad Intelectual.
Para reconocer estos productos hay que tener ojo en los envases. El idioma, los colores y rótulos de productos piratas no cumplen con las exigencias de la autoridad y se presentan de manera similar a los originales, pero con menor calidad.
A veces los juguetes falsos mezclan marcas y personajes, omiten datos fundamentales para saber del origen del producto como lugar de elaboración o la mención del fabricante, incluso el rango de edad para el que está dirigido.
"El Reglamento de Juguetes y la Ley de Protección de los Derechos de los Consumidores (LPC), exigen que el rotulado venga en idioma español y que tengan las advertencias e instrucciones para su uso seguro cuando exista algún riesgo", explicó Ernesto Muñoz, director del Sernac.
Al momento de comprar un juguete, desde el organismo recomiendan estar atentos a la información del etiquetado del producto, que este tenga el nombre, razón social, dirección del titular y consideraciones sobre seguridad, todo esto en español.
Sobre el producto en si, los padres deben fijarse en si trae piezas que puedan obstruir la respiración o que puedan causar daños al menor. Evitar regalar productos que sean de materiales tóxicos o inflamables, que pueden causar accidentes no solo en los usuarios sino que en el medio ambiente.