Juan Sutil (55) respira, come y sueña industria agrícola. Dueño de Empresas Sutil, matriz que agrupa a Banagro, Coagra, Sutil & Cía., Pacific Nut, Frutícola Olmué, Abrantes y Sutil Family Wines, hoy divide su tiempo entre sus negocios, su familia y el proyecto de la carretera hídrica que, según él, permitirá sentar las bases del desarrollo del país para los próximos años.
Pese a tener una agenda muy apretada, por lo menos dos veces a la semana pilotea su helicóptero para visitar los campos, packing y los productores de Empresas Sutil. Pese a que su vinculación con las alturas partió como una necesidad para el desarrollo de su negocio hace 12 años, hoy ya es un hobby. Tanto así, que pasará parte de sus vacaciones conociendo Chiloé en profundidad desde los aires.
Le preocupa cómo hacer más eficiente la cadena productiva del agro, con el fin de combatir las incertidumbres a las que se enfrenta esta industria. Revela que en 2016 resintieron los problemas en EE.UU., Europa, Rusia, Inglaterra y Brasil, terminando el ejercicio sin crecimiento, incluso decreciendo en el caso de la viña. No obstante, tiene claro que para 2017 la meta es recuperar los volúmenes exportados en 2015 y continuar con las tasas de crecimiento de dos dígitos.
Pese a todo, los ingresos consolidados de las filiales en el ejercicio recién terminado estarían por debajo de los US$ 400 millones, debido a que hay empresas del grupo que se venden productos entre ellas, lo que implica que son bases de las otras. Pero de forma individual superan este número. Si se adiciona la intermediación de la corredora, el holding alcanza ingresos por US$ 500 millones.
Con todo, volvió a inscribir el aumento de capital para Empresas Sutil ante la SVS. Una vez aprobado, tendrá 12 meses para concretar su salida a la Bolsa, los que se pueden prorrogar por medio año más, hasta septiembre de 2018. Esto le permitiría esperar hasta el nuevo gobierno. Porque, enfatiza, que la apertura necesita que se junte el apetito de los inversionistas, los proyectos que tiene la compañía en carpeta y la capacidad que tiene el mercado de reconocer el valor de la entidad.
¿Por qué pasa la decisión de concretar la apertura del holding?
En algún momento voy a tener el precio que permita tomar la decisión. Para eso debo obtener los resultados de Empresas Sutil que estimo prudente para alcanzar el valor razonable de la compañía, un valor del mercado relativo en buenas condiciones -que si bien el mercado de small caps se ha recuperado aún puede seguir avanzando-, y un entorno favorable permita que la compañía valga más. Hoy en Chile no hay un entorno favorable, porque este es un mal gobierno, es una mala experiencia, un mal momento. Pero para mí está terminando ese período.
¿Son las reformas la forma en que se impulsaron? ¿Qué generó este ambiente?
Teniendo las mismas bases productivas que Perú -exportamos cobre y minerales, agricultura, tenemos comercio relativo, mercado financiero-, ellos tienen un entorno y una perspectiva de crecimiento de 5% y nosotros de 1,5%. Porque un señor tira la frase de la retroexcavadora, otro plantea que es una aplanadora, después el ex ministro de Hacienda Alberto Arenas, que fue un irresponsable, dice que la reforma tributaria era contra los más ricos, los empresarios, el 1%, y eso es falso.
¿Es sólo el período inicial del gobierno?
Las reformas que se han planteado no ven el conjunto de los intereses del país. Pero, además, preocupa ver cómo, lo más probable, es que destruyan lo que se ha construido. Detrás de las reformas está la toma indirecta de poder, como es el caso de la reforma del Código de Aguas, donde al final un funcionario termina tomando la decisión y determinando si realizas el uso justo o no de los recursos... ¡Eso ya lo vivimos en el pasado! Y resulta que para la extrema izquierda (de la retroexcavadora a la izquierda) esa es una historia que tienen presente y, además, consideran súper justa. Por qué en el otro sector no se le juzga a Fidel Castro como un gran dictador; porque se le juzga, como dijo la Presidenta Michelle Bachelet, como "un líder de la dignidad y la justicia social". ¿Qué tiene que ver esto con el entorno? Que no tengo confianza en aquellas personas que utilizan el lenguaje para disfrazar lo que realmente son. Y eso es lo que el sector empresarial, de alguna manera, lee como peligroso, por eso detiene sus inversiones, cuando lo que debiera haber es confianza, diálogo, certeza y libertad para avanzar.
Este es el último año de la Presidenta Bachelet, ¿se podrá enmendar el rumbo?
Tengo mis dudas, porque cuando lees a la Presidenta, ha sido súper clara en decir que está convencida de que sus reformas son las correctas y asegura que va a persistir; ratificó a su gabinete político, cuando su sector le estaba pidiendo cambios. Entonces, ¿va a haber un mejor ambiente? No lo sé, tal vez desde el punto vista verbal, pero definitivamente se va a crispar, porque vienen las elecciones parlamentarias y presidenciales, lo que va a generar que se tensione más el ambiente.
¿Hay opción de corregir estas reformas en este gobierno?
Es difícil. Yo no comparto los temas de fondo de la reforma y, al final, el tiempo me ha ido dando la razón. Cuando eso pasa, se hacen los mejoramientos o contrarreformas.
La naturaleza humana requiere libertad, no que el Estado administre el proyecto educativo de sus hijos, lo que se refleja en que la Presidenta tenga un 20% de aprobación y un 80% de rechazo. Le dijeron a la gente que la reforma tributaria no le iba a afectar y ahora es más caro que antes comprar un departamento por el IVA o un auto por el impuesto verde; es más caro el impuesto al trabajo. Al final, la reforma afecta al sector productivo del país, que no es el más rico, somos todos, trabajadores, empleados y empresarios. La fuerza laboral se está llevando la carga de este monstruo que quiere administrar más recursos que, a mi juicio, están sumamente mal administrados.
¿Las contrarreformas serán parte importante del debate presidencial?
Sí. Porque la Presidenta está convencida de que está en el camino correcto y va a pasar a la historia como la impulsora de estas reformas, pero al final van a ir convergiendo en algo positivo cuando se vayan perfeccionando. El cambio sustancial es cómo lograr que los niños que entran al sistema tengan las mismas oportunidades. Eso no tiene que ver con si puede o no entrar a la universidad, sino con que los alumnos de escuelas públicas obtengan los mismos 700 puntos que sacan los alumnos del barrio alto o de un colegio particular. Lo que necesita una sociedad para tener realmente igualdad de oportunidades es que las necesidades básicas se resuelvan y eso es salud, educación, vivienda, entre otras.
¿Cómo se recordará este gobierno?
Por el ideologismo extremo que se le ha puesto al discurso. Eso terminó por generar un mal momento para la historia del país, eso es lo que es este gobierno, un muy mal momento. Porque es mucho más devastador para el país la actitud que tuvo el gobierno a lo que pasó con el caso Caval, que solo mermó la credibilidad de la Presidenta.
¿Le preocupa la reforma constitucional?
Sí. Me preocupa, porque de alguna forma es la propia Constitución la que ha puesto freno a estas reformas radicales. Fue el Tribunal Constitucional el que puso coto a la reforma laboral, y creo que el retiro del patrocinio del Ejecutivo a la reforma al Código de Aguas en alguna forma responde a que se va a topar con un problema constitucional.
Hoy se está buscando llevar la Constitución a un punto en que se permitirá que la autoridad de turno pueda hacer algunos cambios constitucionales y extremarlos. Pero para tener instituciones sólidas, como el Banco Central o Carabineros, tiene que existir un rango constitucional claro, por eso no se puede atentar contra los principios constitucionales.
¿Qué esperaría que pase con esta reforma?
Nada, eso sería lo más positivo.
¿Considera que la institucionalidad del país se ha visto dañada?
Hay signos que fueron muy malos, como el manejo de SII en un momento dado, lo que es muy grave para el país. O la justicia parcial. Algunos fiscales han hecho una persecución absolutamente sesgada. Yo me pregunto, ¿Jaime Orpis cometió un error? Sí ¿Lo reconoció? Sí ¿Lo pagó? Sí. Y resulta que el Sr. Insunza, hijo de un comunista, ex ministro por 30 días, ¿cometió los mismos delitos? A mi juicio, sí. ¿Lo han persecutado exactamente igual? No. Y así puedo poner un montón de ejemplos. Resulta que al final, todo este delito de cohecho, todas estas facturas ideológicamente falsas, aplicaron para algunos y no para todos. Y hay ejemplos que no tengo para qué nombrar, porque la opinión pública o quien lea esta entrevista sabe perfectamente a quién uno se está refiriendo.
¿Ayuda a las perspectivas que Piñera se consolide en la primera opción, aunque con Guillier va acortando distancias?
Puede llegar a ocurrir que el candidato de centroizquierda finalmente sea Lagos, porque la máquina la manejan el PS, el PPD, la DC. Y si llevan a Guillier a una primaria, los votos los van a tener ellos, salvo que vaya Guillier por un lado y Lagos por otro.
Eso, mientras intentan destruir la imagen del Presidente Piñera, de destruir su capacidad, llevando casos puntuales como el del paquete minoritario de acciones de una compañía en Perú, que es circunstancial y en nada cambia la integridad, ni la defensa del país. Lo van a tratar de hacer y mucho, pero se van a equivocar, porque gran parte del país quiere crecimiento, desarrollo, igualdad de oportunidades, libertad para elegir el proyecto educativo de sus hijos, libertad para emprender, mejor Estado y no más Estado. Ese va a ser el discurso que puede llevar al Presidente Piñera al poder.
Ante esto, la izquierda va a tener que mesurar su discurso, porque quienes están en el centro buscan algo mucho más racional, no las ideologías del pasado.
¿Sería posible que de ganar Piñera la apertura a Bolsa se viera mucho más factible?
Sin duda. Si tenemos un gobierno como el de PPK en Perú, eso haría una gran diferencia, porque con buenas perspectivas de crecimiento vamos a tener una mirada a largo plazo que ofrecer al inversionista. Esta no es una operación one off, uno invita al público y a las instituciones a participar del desarrollo del negocio.
Por eso, si fuera un gobierno de centroderecha que lo lidere Piñera o un gobierno sensato de centroizquierda, como muy bien lo hizo la Concertación durante 20 años, desde el punto de vista empresarial no creo que haya una gran diferencia. El punto es cuando quieres corromper las bases de una sociedad o hacer un cambio radical.