La oficialidad rockera de EE.UU. parece estar contenta con Obama en la Casa Blanca, pero Eddie Vedder (44), el viejo héroe de Pearl Jam y el grunge de Seattle, anda de renegado por la vida. Con el ceño fruncido y ganas de decir unas cuantas verdades en la cara. La noche del 1 de junio pasado apareció en televisión, al final del nuevo show de Conan O'Brien por la NBC, y con la actitud de que está listo para ponerle el pecho a las balas.

Atrincherado en una torre de parlantes y con mucho volumen de fondo, Pearl Jam estrenó ahí su primera canción en tres años y fue un derechazo a la mandíbula. Got some dura apenas dos minutos y 55 segundos, pero es lo más ruidoso y frontal que la banda ha hecho desde Do the evolution, incluida en Yield (1998). Los matices del primer sonido del conjunto, ese que reactualizó la edición de lujo de Ten (1991, ver ficha con box set), parece que ya no vuelven más. Porque el mando actual es de Eddie Vedder y el frontman de la voz trémula no renuncia a la ética del punk rock.

Y tampoco a su contenido. La primera canción que se difunde de Backspacer, el título que aparece el 22 de septiembre en Estados Unidos (y que será el noveno en la carrera del grupo), tiene un marcado tono político. "En esta situación ¿de qué lado estás? ¿Estás lanzando bombas o te estás arrancando? ¿Has escuchado eso de la 'solución diplomática'?", masculla Vedder en Got some con aplomo y escondiendo una particular estrategia de difusión. Si esto de verdad será una guerra de guerrillas, entonces Pearl Jam dará la pelea desde adentro.

Desvinculados de Sony/BMG después de 18 años, la banda cerró trato con la quinta empresa de retail más importante de su país (Target, que será el exclusivo punto de venta de su nuevo disco en EE.UU., mientras que Universal Music lo hará en el resto del mundo) y ocupará todos los formatos posibles para vender el álbum (página web, etc.).  Es la tardía "independencia" de los hombres de Jeremy, que desde comienos de 2008 vienen preparando esta nueva colección de canciones, donde ya hay otros dos títulos confirmados: The end y The fixer.

El anticipo habla de rabia y credo intacto por el ruido. Y probablemente todo aquello se deba al retorno de Brendan O'Brien, el productor histórico de Pearl Jam, pero que desde 1998 no grababa oficialmente con la banda. "El nuevo disco suena muy bien hasta ahora", comentó el cantante en febrero pasado, después de dos semanas de grabación en un estudio de Los Angeles. "Muy potente y equilibrado".

Stone Gossard, uno de los guitarristas, dio luces sobre ese "equilibrio": "También hay muchas baladas, pero creo que este disco nos mostrará de una manera diferente". Rockeros y "libres", Pearl Jam está de vuelta.