"Es un cliché rockero decir que cada disco es un nuevo comienzo. Pero no, este álbum es más de lo mismo", dice el guitarrista Stone Gossard, en una entrevista radial al productor y director de cine Judd Apatow (Ligeramente embarazada, Bienvenido a los 40). Palabras que actúan como repelente contra cualquier campaña de marketing, pero que también dan en el centro del propósito que su grupo, Pearl Jam, enarbola como bandera en su décimo disco, Lightning bolt: un nuevo intento por repasar el sonido clásico del grupo y, de paso, reverenciar a sus influencias de siempre, como The Ramones, The Who y Neil Young.
Lightning bolt sale a la venta el próximo martes, pero desde el lunes está disponible para escucharlo gratis en iTunes. El álbum es el primero del grupo desde Backspacer (2009) y cierra una temporada dedicada a la nostalgia: un período donde fueron reeditados los tres primeros álbumes del grupo (Ten, Vs. y Vitalogy) y también un documental sobre su historia (PJ20) a cargo del cineasta Cameron Crowe.
Un trabajo que empezó hace cerca de dos años, según revela el bajista Jeff Ament en la misma entrevista con Apatow y que los reunió con el productor Brendan O'Brien, socio de la banda desde 1993. El resultado es un sonido crudo, cercano al punk, en cortes como Mind your manners, al rock'n roll en Let's the record play y también a las atmósferas abiertas y épicas de canciones como Sirens y Yellow moon. "La sensación, sin embargo, es que todavía estamos buscando grabar y tocar en vivo nuestra mejor canción. Hay momentos en este disco en que alcanzamos esa sensación", explica Ament.
"Las canciones van hacia donde dicta la música", dijo Eddie Vedder a The Guardian, "y las canciones rápidas son más fáciles, porque los tiempos modernos te entregan bastantes temas agresivos sobre los que escribir". En Lightning bolt, explica, subyacen temáticas -más o menos explícitas- relativas a la libertad post caso Snowden; a la condena al grupo ruso Pussy Riot, y a las denuncias sobre abusos al interior de la Iglesia Católica ("Para Mind your manners, por ejemplo, tenía muchas diatribas, mucho material sobre la Iglesia, la religión y cómo puede llegar a ser algo increíblemente hipócrita. Y traté de escribir desde el punto de vista de alguien que estuviera involucrado", explica Vedder).
Grunge feliz
Detrás del disco, sin embargo, prevalece un residuo del esfuerzo nostálgico del cual viene saliendo la banda. "Nos dimos cuenta que todos hemos tenido ese período en que has estado hambriento de algo. Pero lo que ahora buscamos es enfocar esa pasión en el presente", comenta el baterista Matt Cameron. "Nada más importa cuando tienes 20 años. Todo se trata sobre ti. Estoy feliz de que yo no tenga esa hambre", agrega el guitarrista Mike McCready, en conversación con el director de Virgen a los 40.
Según Gossard, esa madurez -la de tener familia, de acercarse también a los 50 años- es la que explica el sonido más clásico de Lightning bolt, "que después de todo el trabajo, aún se escucha muy limpio". Un sonido desprendido de alguna época o de cualquier experimentación, que, de acuerdo con Vedder, es también la clave para que todas las canciones "funcionen mejor, y por mucho tiempo más", que el material desprendido de los dos lanzamientos anteriores.
En esa misma entrevista, Gossard recuerda un encuentro con Neil Young, donde él le dice cuánto lamenta que sus últimos discos no sean éxitos comerciales. "¡Estás loco, me salí con la mía de nuevo, pude sacar otro álbum!", responde el músico. Y eso es, según el guitarrista de Pearl Jam, es lo que pone tracción sobre su banda: sacar un nuevo álbum y no sonar a nada más que a Pearl Jam.