Los tatuajes y piercings se han vuelto una forma tan popular de autoexpresión, que hoy los jóvenes y adolescentes también quieren tenerlos, aunque todavía no cumplan los 18 años. Consciente de esta realidad, la Academia de Pediatría Americana (AAP), por primera vez hace recomendaciones sobre esta materia a partir de un informe clínico que publicarán en la edición de octubre de su revista.
Según la autora del informe "Tatuaje de adolescentes y jóvenes adultos, piercing y escarificación", Cora C. Breuner, "el tatuaje es mucho más aceptado que hace 15 o 20 años", y en muchos estados de EE.UU. los adolescentes deben tener al menos 18 años. "Cuando aconsejo a los adolescentes, les digo que hagan algunas investigaciones y que piensen bien por qué quieren un tatuaje y en qué parte de su cuerpo lo quieren", dice.
En Chile, según el decreto 304 sobre reglamento de tatuajes y prácticas similares del Ministerio de Salud, quien se someta a esta acción debe acreditar que es mayor de edad (cédula de identidad) o contar con la autorización escrita del representante legal y estar acompañado por éste.
El documento señala que la tasa de complicaciones es desconocida y que la complicación más grave de una modificación corporal (tatuaje, escarificación y piercing) es la infección. Por lo mismo, la primera recomendación es asegurarse de que el lugar esté regulado y entregue toda la información sobre cómo cuidar el área del cuerpo intervenida. Quien se realice el tatuaje debe cerciorarse de que sus inmunizaciones están hasta la fecha y que no están tomando ninguna medicina que comprometa su inmunidad.
"En la mayoría de los casos, los adolescentes simplemente disfrutan de la apariencia del tatuaje o piercing, pero les aconsejamos que hablen sobre cualquier decisión con sus padres u otro adulto primero", señala David Levine, coautor del informe. "Es posible que no se den cuenta de lo caro que es eliminar un tatuaje o cómo una perforación en la lengua podría dar lugar a un diente astillado", por ejemplo.