Injustas. Así califica el gerente general de AFP Cuprum, Pedro Atria, las declaraciones de esta semana del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, que acusó un conflicto de interés de las gestoras al defender que el 5% de cotización extra propuesto por el gobierno, o parte de éste, sea gestionado por ellas y no por una nueva entidad estatal, como planea la autoridad. Esto, junto con poner en duda que la administración de ese aporte adicional por parte de las AFP no implicaría costos adicionales para los afiliados. Atria reivindica el rol de las gestoras privadas, insiste en que la cotización extra no elevaría los costos para las personas y considera válido vincular las comisiones a la rentabilidad.
¿Cómo evalúa el proyecto que esbozó la Presidenta?
Nosotros creemos que es más conveniente que el 5% vaya a las cuentas individuales y que el pilar solidario se fortalezca con impuestos. Esta propuesta no va en esa línea, no recogió las recomendaciones que hicimos y nos preocupa, como los comentarios anexos que vienen con ella.
Ha sido bastante injusto e incomprensible que se nos descalifique como interlocutores válidos para participar del debate. Como industria y como AFP somos parte de este sistema, que es un sistema estatal, en donde hemos estado 35 años actuando eficientemente, dando buenas rentabilidades, cumpliendo nuestro rol.
¿Se refiere a los dichos del ministro Valdés?
Sí. Se puede no estar de acuerdo con nuestros argumentos, con nuestras posiciones, pero no es justo que se nos descalifique de esa forma y se nos excluya del debate previsional.
¿Reconoce conflicto de interés al defender el administrar el 5%?
Todas las actividades tienen conflictos de interés, lo importante es cómo se manejan. Uno, extremando el escenario, también podría decir que un funcionario público que aboga porque esto lo administre un ente estatal también tiene conflicto de interés.
Lo importante es cómo administramos ese conflicto de interés. No hay que perder de vista que lo más importante es cómo hacer un mejor sistema de pensiones que beneficie a los afiliados.
¿Afecta que no les crean que el 5% lo administrarían sin costo por el hecho de cobrar por el APV?
Ese es el tipo de comentarios que no ayudan a legitimar el sistema, ni tampoco a aclarar la falta de conocimiento y las asimetrías de información que existen entre la ciudadanía y el sistema. Uno puede hablar sobre hechos ciertos: por cómo cobramos, no vamos a recibir ni un peso más si estos fondos adicionales van a la AFP.
¿Son críticas técnicas o más bien de otra índole?
Son opiniones adicionales que nada ayudan a la discusión. Nosotros, honestamente y de buena fe, hemos participado en las discusiones con el gobierno y entregado nuestras propuestas. Es sumamente válido que se puedan recoger algunas y otras no, también que con algunas se pueda estar de acuerdo y otras no, pero poner en duda la veracidad de las afirmaciones que hacemos son el tipo de cosas que nos llaman la atención.
Hay que ver si efectivamente el Estado logra ser lo eficiente que se espera, puede ocurrir como puede que no, hay incertidumbre en torno a eso. Aunque también hemos visto que el mismo gobierno ha aceptado, no hace mucho, que sobreestimaron las capacidades del Estado cuando se implementó su plan de reforma.
Ojalá no se cometa ningún error aquí, asumiendo que el Estado puede, tan fácilmente, lograr una entidad ágil y eficiente como dice Valdés.
¿El administrador estatal es una especie de competencia o un ente extraño?
Yo, personalmente, no tengo ningún prejuicio sobre si tiene que haber una entidad estatal o privada, ambas pueden hacer buen trabajo. Lo que importa es si conviene o no a los afiliados. Un hecho cierto, insisto, por cómo está construido el sistema de pensiones, es que si este 5% o 3% va a las cuentas individuales, a los afiliados les conviene que lo administren las AFP, porque lo harían sin cobro adicional.
¿Puede el gestor estatal ser mejor que las AFP?
Eso lo podemos discutir, y dependerá de las condiciones. No nos parece que sea razonable no competir en igualdad de condiciones. Sabemos que esta nueva entidad pública jugaría bajo distintas reglas del juego.
¿Preocupa la comparación?
Está el riesgo de una comparación entre cosas que no son comparables. La entidad pública tendría un puro fondo. ¿Con qué se va a comparar?, ¿con uno de los multifondos?; ¿va a tener los mismos límites de nosotros?
¿Y podrá ser más eficiente?
Eso dependerá de cuánto nos recarguen la mano como AFP. Puede aparecer un sistema muy eficiente, porque gran parte del trabajo administrativo lo estamos haciendo nosotros, como hoy ocurre con gran parte de los beneficios del pilar solidario.
¿Esto es parte de las verdades a medias?
Claro. Acá hay un rol no sólo de las AFP, sino también del Estado, de explicar cómo funciona el sistema y los roles de cada uno.
¿Son comparables los sistemas de Canadá y Chile?
Para hacer una comparación correcta, y comparar peras con peras, habría que ver el detalle de todas las funciones que se cumplen. En el caso de Chile, las AFP estamos sometidas a una regulación extremadamente exigente, mucho más que los sistemas de pensiones que conozco, que son varios. Eso aumenta fuertemente nuestros costos. No obstante, los datos disponibles muestran que el costo del sistema canadiense es bastante más caro que el de AFP.
¿El ente estatal entrega legitimidad al sistema?
La legitimidad se construye en el tiempo y se funda en diversos elementos, entre ellos, que el sistema pague buenas pensiones.
¿Qué les parece la propuesta para vincular rentabilidad con comisiones?
Eso es válido. Nosotros hemos propuesto muchas veces que la comisión sea cobrada sobre saldo, con eso se alinea a la rentabilidad. Hoy, la comisión no lo está, pero sí existen mecanismos para vincular los intereses de las AFP con los de los afiliados. Esa es otra verdad a medias: existe el encaje, donde casi todo el patrimonio de la AFP está invertido igual que el de los afiliados.
Pero el gobierno se inclinaría por un benchmark...
Definir el benchmark y el cómo se operativiza será clave: si una AFP estuvo por debajo del benchmark, implicaría una especie de compensación, ¿será a los afiliados en ese momento? ¿A los que ya se fueron a otra AFP?
Se requiere un debate técnico objetivo para ver beneficios y desventajas. No hay un prejuicio a priori descartan do esa alternativa.
¿Es factible que se pueda aprobar este proyecto?
Depende de las voluntades políticas que haya. El tema es técnicamente complejo y hay muchas pasiones políticas involucradas. Es difícil pronosticar los tiempos políticos, pero por lo menos da la impresión de que el gobierno está bien interesado en sacarlo adelante. Las urgencias que le pongan determinarán cuánto se pueda avanzar.
¿Preocupa el momento político?
Siempre es complejo discutir este tipo de cambios, tan importantes, en medio de campañas políticas, pero también es complejo dilatar temas tan relevantes para el país. Muchas veces es difícil encontrar el tiempo óptimo para esto, y si ya hay acuerdo en ciertas cosas, como que el ahorro es insuficiente, ese tipo de cosas se deberían implementar lo antes posible.