¿Qué le parece el debate actual sobre la posición de la DC ante un balotaje?
La Democracia Cristiana después de dos juntas nacionales tomó la decisión de llevar una candidatura presidencial única y separada del resto. Y eso nos obliga hoy a proteger la candidatura representada por Carolina Goic. Por eso, hablar de lo que va a ocurrir después del 19 de noviembre no tiene mucho sentido, y este es un mensaje a todos los parlamentarios y militantes del partido.
¿Lo dice por la carta que al menos 10 diputados firmaron para asegurar un apoyo recíproco en segunda vuelta?
Creo que fue un error extemporáneo y político, sin sentido. Es hacer una prueba de la blancura que no es necesaria y que no viene al caso. Lo único que hace (la carta) es generar confusión y hacer pensar que Carolina Goic no tiene apoyo de sus partidarios.
Usted es miembro del grupo Progresistas con Progreso…
(Interrumpe). Lo que el grupo hace son análisis políticos que, de alguna manera, apuntan a que la DC y lo que ella representa pueda verse reflejado de mejor forma de como hoy se ve reflejada en la política nacional.
En ese análisis político, ¿la DC debería respaldar a Alejandro Guillier si es que él pasa a las elecciones de diciembre?
Él va a tener que preguntarse '¿hacia dónde yo puedo ganar la elección, si hacia la izquierda o hacia el centro político?' Y eso lo tendrá que hacer con un discurso claro y categórico.
¿Y si no lo hace?
Si no lo hace, mucha gente se va a sentir en libertad de acción, independiente que el partido mande a votar por él. Eso será irrelevante.
A su parecer, ¿electores de la Democracia Cristiana podrían votar por Piñera?
Lo que ocurre es lo siguiente: los militantes somos pocos. Y por lo mismo creo que sería un margen menor que militantes puedan votar por Piñera. Lo que sí es claro es que, si no es Carolina Goic quien esté representando al centro político con mayor sensatez política en la segunda vuelta, van a haber simpatizantes de la Democracia Cristiana que van a votar por Piñera, y quizás otros que van a votar por Guillier. Eso es una realidad. Y, de hecho, hay un porcentaje no menor que históricamente ha votado por la DC que hoy podría estar votando por la derecha o sencillamente por nadie y abstenerse.