A los 22 años mostró su carta de presentación en las letras nacionales con su primer libro, La sangre en alto. "Mire qué estrepitoso el título", dice ahora Pedro Lastra, de 84 años, recordando cuando en 1954 comenzó "a circular como poeta joven", editado por Carmelo Soria.
Después vendría "un diálogo continuo y fraternal", señala Lastra, con los poetas Gonzalo Rojas, Enrique Lihn y Oscar Hahn.
Conocido como ensayista al promover la poesía chilena y la narrativa hispanoamericana, y como profesor por más de 20 años en la U. de Nueva York, Pedro Lastra ha realizado una silenciosa labor como poeta.
"Mi trabajo es un poco secreto. La mayoría de mi obra se ha publicado lejos del país, una bibliografía dispersa", comenta sobre libros editados en México, Venezuela, Colombia y España, donde destacan los títulos Noticias del extranjero y Baladas de la memoria.
"En estas tareas uno no hace lo que quiere, sino lo que puede", agrega el poeta que hoy, a las 19.30, en el Centro Cultural GAM (Alameda 227) presentará su libro Poesía completa. Ejemplar ilustrado por Mario Toral, quien estará presente junto al poeta peruano Carlos Germán Belli y el editor y académico Cristián Warnken.
El volumen, que reúne sus seis poemarios, además de un puñado de versos inéditos, es editado por la Universidad de Valparaíso, que por estos días entregará en el Mineduc su postulación como candidato al Premio Nacional de Literatura 2016.
"Publico poco en relación a lo que uno escribe y también en relación a lo que hacen los otros compañeros. Pero esta obra escogida es por lo que me gustaría ser estimado o desestimado en el futuro", dice Lastra, quien tras jubilar de la U. de Nueva York, Stony Brook, decidió donar sus libros a la U. Católica de Chile, que hoy conserva su biblioteca compuesta de seis mil títulos. Además, donó 900 cartas a la U. de Iowa (EEUU). Misivas reunidas desde los años 50 y firmadas por autores como Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Julio Ramón Ribeyro, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, entre otros.
Aunque su obra no es tan difundida en el país, Lastra sí es conocido en la Academia Chilena de la Lengua, de la que es miembro. Y sabe que su nombre corre con cierto favoritismo. "No soy un poeta mediático ni estoy en la taquilla. Este trabajo de escribir es una necesidad. Pero los premios son injustos. Nunca le dieron el Nacional a Huidobro, a María Luisa Bombal, Teillier, Lihn, Juan Emar y tantos otros", cuenta. Lastra fue jurado en la entrega de 2014, cuando el premio recayó en Antonio Skármeta, quien ahora integra el jurado como último ganador. "Es cierto que yo voté por Skármeta dentro de una terna. Pero también es cierto que él nunca ha escrito sobre mi poesía", dice.
Pedro Lastra también se refiere a los otros candidatos, "son amigos míos", señala de Floridor Pérez, Manuel Silva Acevedo y Delia Domínguez. Y de Claudio Bertoni, quien también postulará, afirma: "No me atrae mucho su poesía, hay valores ahí que se me escapan".