Ir a la Quinta Vergara el lunes, para ver a su amigo Edo Caroe, es lo que bajó la ansiedad y el nerviosismo que Pedro Ruminot sentía a horas de su primer show en el Festival de Viña del Mar. Fue algo así como un reconocimiento de terreno. “Pude ver y recorrer la Quinta, que estaba repleta, y de un modo u otro, me tranquilizó saber a qué me estoy ateniendo”, explica el comediante que hoy subirá al escenario.

Llegó al mítico Hotel O’Higgins ayer, durante la tarde, con sus dos guionistas, un coach espiritual y una asesora estética. En su maleta, llevaba la única cábala que usará esta noche en el escenario: un par de calcetines: “Hace mucho tiempo que uso los mismo calcetines para los shows importantes. No queda nada de esos calcetines, de hecho los tenía guardados, pero ya mañana (hoy) mueren”.

¿Siente un presión extra por el éxito obtenido por sus colegas en la Quinta? 

La presión creció, pero es algo bueno. Me pone contento que les vaya bien a los otros, así que la presión es positiva. También quiero que me vaya bien a mí, y que la gente escuche mi rutina y se divierta.

¿Incluirá humor político?

Sí, pero muy poco porque lo mío está más bien relacionado con temas como el matrimonio y las parejas. Me gusta hablar de la actualidad y de la política, pero no me centro en eso porque no me llama tanto la atención. Me gustan más los temas sociales. Creo que los chistes que más me funcionan en el escenario no son de humor político.

¿Por qué eligió presentarte este día?

Muchos me dicen que es un día difícil, que no debí elegirlo, pero me gusta que sea difícil. Pude elegir el día,  y me gusta el público que habrá. Es un público adulto joven y con ellos tengo temas en común, como casarse, tener hijos, pagar cuentas. Tenía la opción de estar el sábado, pero el público joven no es el mío, no estoy tan cercano a ellos. La comedia que hago ahora no es la misma que hacía cuando estaba en El club de la comedia. Ahí hablaba de fiestas y cosas que ya no hago. Ahora soy un viejo fome que se dedica a cuidar hijos.

¿Ya no queda nada del Pedro que hacía El club...?

Las personas van cambiando. Lo que yo soy ahora no tiene nada que ver con esa época, pero la gente que me veía también creció. Espero no equivocarme, pero mi humor no tiene nada que ver con la gente joven de ahora.