Apenas tenía 20 años de edad cuando el israelí Samuel Maoz participó en la primera guerra del Líbano de 1982. Marcado por la experiencia, decidió plasmarla en su primer filme Lebanon, que hoy se llevó el León de Oro en el Festival de Venecia y que retrata las 24 ahoras de vida de un grupo de jovenes soldados en el interior de un tanque durante el conflicto.

Luego de recibir el galardón de manos del presidente del jurado de la competición, Ang Lee, Maoz dedicó el premio a "las miles de personas en el mundo que vuelven de la guerra, como yo, aparentemente bien, que se casan y tienen hijos, pero que en su interior permanecen vacíos en sus almas".

Lebanon no fue la única película cuya temática aborda esa zona del planeta en ser galardonada. El filme Zanna bedoone mardan (Women Without Men), de la iraní Shirin Neshat, que contiene una dura crítica de la situación de la población y, en especial, de las mujeres y de su falta de libertad en el país, se llevó el León de Plata a la Mejor Dirección.

La Copa Volpi a mejor interpretación masculina fue para el británico Colin Firth, quien interpreta a un atormentado profesor homosexual en la cinta  A single Man, la ópera prima del modisto estadounidense Tom Ford. Mientras, el galardon para la mejor interpretación femenina se la llevó la rusa Kseniya Rappoport por su papel en la película La doppia ora del italiano Giuseppe Capotondi. Rappoport interpreta a una misteriosa empleada eslovena de un hotel de Turín que participa en una trama de robos para conseguir el dinero necesario para empezar una nueva vida en Buenos Aires en la ópera prima del cineasta italiano, que hasta ahora había dedicado su carrera a la dirección de vídeos musicales.

El Premio Especial del Jurado fue para la comedia Soul Kitchen, del alemán de origen turco Fatih Akin, que cuenta la historia de Zinos (Adam Bousdoukos), el joven propietario de un restaurante popular en el que la calidad de la cocina brilla por su ausencia.

El Premio Marcello Mastroianni al joven actor fue para la italiana Jasmine Trinca por Il grande sogno, de Michele Placido, mientras que los Osella al Mejor Guión y a la Mejor Escenografía fueron, respectivamente, para el director estadounidense Todd Solondz, por su Life During Wartime, y para Sylvie Olivé por Mr. Nobody, del belga Jaco Van Dormael.