Histórico

Película revive a las mujeres violadas por el Ejército Rojo en la II Guerra Mundial

Anónima, de Max Färbeböck, se basa en un libro escrito en 1957 que revela un lado desconocido de la ocupación soviética en Alemania.

El 2 de mayo de 1945, un soldado izó la bandera soviética sobre el Reichstag de Berlín. La famosa fotografía, símbolo de la capitulación de la Alemania nazi, marca también el preludio de uno de los grandes temas tabú de la Segunda Guerra Mundial: las violaciones y abusos que sufrieron cientos de miles de mujeres alemanas por parte de las fuerzas de ocupación rusas.

Cuando en 1957 una mujer anónima consiguió publicar sus memorias de aquellos días grises, la sociedad alemana, que no estaba preparada para enfrentarse a tan desagradables recuerdos, respondió al libro con hostilidad y silencio. Sin embargo, tras cuarenta años condenado al olvido, "Una mujer en Berlín" se reeditó en 2003, y pronto se convirtió en un éxito de ventas internacional. "La guerra de los hombres ha terminado, pero el sufrimiento de las mujeres todavía no", dice el cartel de la película Anónima, basada en el libro que mañana se estrena en Alemania.

Oculta en el sótano de una casa semiderruida, que no sólo servía de refugio contra los bombardeos y el fuego de la artillería, sino también de protección contra el pillaje y las agresiones del Ejército Rojo, la escritura de este diario fue para la protagonista del filme una válvula de escape a los tiempos que le había tocado vivir.

"Cuando leí el diario, me fascinó enseguida la capacidad de esta mujer para reflexionar con tanto distanciamiento, pese a todo lo que le había pasado, pese a haber sido violada y a vivir con un permanente miedo a la muerte", dijo la actriz que encarna a la mujer anónima protagonista de la historia, Nina Hoss.

Y es que la autora de las memorias logra en su relato mantener la dignidad y la cordura en un ambiente de devastación y crisis moral, sin intentar buscar buenos ni malos. Berlín había pasado a pertenecer a los rusos, y cualquier mujer alemana que saliera a la calle corría el riesgo de ser violada por uno de sus soldados, o por varios a la vez, como le ocurrió a ella.

Con todo, esta periodista viuda acata con entereza las torturas que le impone el día a día y saca incluso la fuerza para ponerse físicamente a disposición de un alto oficial soviético, que al menos la protegerá de las agresiones del resto de soldados. Pero entre ambos se establecerá una complicada relación que irá más allá del terreno sexual.

Después del éxito logrado con "Aimée y Jaguar" (1999), un trágico romance entre la esposa de un soldado nazi y una periodista judía en el Berlín de 1943, el director Max Färbeböck vuelve con una nueva película histórica, un género muy recurrente en el cine alemán de los últimos años. Filmes como "La caída", "Good-bye Lenin", "La vida de los otros" o la recién estrenada "El complejo Baader- Meinhof" -que aspira a representar a Alemania en los Oscar-, han sido vistas en las pantallas de todo el mundo.

"Anónima. Una mujer en Berlín", se adentra ahora en uno de los capítulos más oscuros y menos investigados del final de la Segunda Guerra Mundial, considerado tabú durante mucho tiempo ante la magnitud del Holocausto y la relación política con Rusia de la República Democrática Alemana.

"No se trata de decir que también fuimos víctimas. No olvidamos que fuimos los agresores. Pero este es un tema del que debe hablarse", añadió Hoss. "Las violaciones también forman parte de nuestra historia".

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