El alto el fuego en el este de Ucrania se encuentra hoy en peligro. Los rebeldes prorrusos y el ejército de Ucrania se han acusado mutuamente de seguir combatiendo pese a lo pactado en la cumbre de Minsk, que se realizó el jueves pasado, donde se acordó un cese al fuego desde el sábado 14 a la medianoche, mientras que para hoy, el pacto tenía previsto que se retiraran las armas de la zona de conflicto.
Sin embargo, los separatistas acusaron hoy a Kiev de violar el alto al fuego al bombardear las inmediaciones de Donetsk y Górlovka. Mientras que el mando militar ucraniano denunció 112 ataques contra las posiciones gubernamentales, la mayoría en la zona de Debaltseve.
DENUNCIA UCRANIANA
Desde el gobierno ucraniano, el ministro de Relaciones Exteriores, Pavlo Klimkin, acusó a los separatistas de no respetar lo pactado en Minsk. "Nosotros y las fuerzas armadas ucranianas respetamos plenamente el alto el fuego pero, desgraciadamente, hemos sufrido 112 ataques por parte de los terroristas de Donetsk y Lugansk, en las últimas 24 horas", declaró
Otro portavoz militar, Dmitro Chali, indicó que desde el inicio del alto al fuego, al menos cinco soldados ucranianos murieron y 22 resultaron heridos por fuego rebelde en el pueblo de Chirokin, cerca de la ciudad costera de Mariupol, según informa la agencia AFP.
RETIRO DE ARMAS
Con respecto al retiro de las armas pesadas, el portavoz del ejército ucraniano Vladislav Selezniov, señaló que "por el momento no se trata de retirar las armas pesadas. ¿Cómo pueden retirarse las armas si los rebeldes intentan atacarnos con tanques y nos disparan en permanencia".
En tanto, un militar separatista afirmó que los rebeldes tampoco retirarán las armas pesadas. Esto "sólo se puede llevar a cabo bajo ciertas condiciones y, en particular, el cese total de los disparos", declaró Eduard Basurin, que acusó al ejército ucraniano de atacar el aeropuerto de Donetsk.
Los acuerdos de Minsk, conseguidos tras arduas negociaciones en las que participaron Ucrania, Rusia, Alemania y Francia, intentan poner fin a un conflicto que ha causado casi 5.500 muertos en 10 meses.