Aunque los canastos de mimbre en el suelo, repletos de cebollas y limones, podrían hacer creer que es uno más de los almacenes de barrio que abundan en la capital, varios detalles revelan que se trata de un lugar especial. Sobre el añoso mostrador donde se atiende al público, destaca una balanza de las que se usaban hace tres décadas. En un rincón hay un dispensador de aceite a granel, toda una rareza hoy. Y las paredes las adornan antiguos carteles publicitarios de abarrotes y bebidas.

Ingresar al Antiguo Almacén -así se llama la tienda-, en la calle Libertad, del barrio Yungay, es como un viaje en el tiempo, hacia el Santiago de comienzos del siglo XX, cuando las familias capitalinas compraban todo donde el "casero de la esquina", desde la yerba mate hasta el detergente para la ropa.

Ese lugar es hoy parte del Bulevar Lavaud, el complejo gastronómico y cultural, creado en 2003, donde funcionan, además, la centenaria Peluquería Francesa, el restaurante del mismo nombre y la casa de antigüedades Los Coleccionistas. Y aunque su dueño, Cristián Lavaud (nieto del fundador de la barbería), inauguró el año pasado el negocio de estética retro, hasta ahora éste sólo se abría para los comensales del restaurante. Pero desde hace un mes atiende, renovado, a todo el público.

No es el único cambio que sorprenderá a los visitantes del conocido bulevar del barrio Yungay. Su lifting ahora incluye también la ampliación del restaurante y una nueva cara de la peluquería.

ALMACEN GOURMET 

Desde octubre, el emporio abre todos los días, de las 9 AM a las 19 PM. Ahí, además de deleitar la vista con las decenas de objetos vintage que lo ornamentan, los clientes pueden encontrar diversos productos gourmet, desde sal de mar hasta piernas de jamón serrano. También, abarrotes y verduras.

Además de esta reinauguración, el emporio suma, en su parte trasera, un nuevo espacio, donde se prepararán finas empanadas -de ostión y de carne de wagyu, entre otras variedades-, café y jugos naturales. Su dueño, Cristián Lavaud, asegura que "estos productos estarán disponibles desde la próxima semana. Eso sí, serán sólo para llevar, porque ahí no hay mesas".

Luego de que se habilite ese espacio, Lavaud espera inaugurar, antes de fin de año, el nuevo salón del restaurante. Este se amplió hacia una casona de principios del siglo pasado, que fue sede de la Democracia Cristiana. "La compramos en 2010 para hacer crecer el bulevar", explica el propietario.

Los trabajos en el antiguo inmueble comenzaron el año pasado y hoy se afinan detalles. Su fachada se mantuvo y el primer piso fue remodelado para albergar un salón, con capacidad para 70 comensales. Según Lavaud, éste podrá recibir grandes grupos para hacer eventos, "algo que no podemos hacer hoy, porque los comedores son pequeños". La idea es que hasta ahí se acceda también por la peluquería. En tanto, al segundo piso de la añosa casona, en un espacio de 100 m², se trasladará la cocina del local.

La Peluquería Francesa, que funciona en esa esquina desde 1925, también luce hoy un look renovado. Para reforzar su estética de anticuario, se instalaron vitrinas donde exhiben piezas históricas de la barbería, como las primeras tijeras y máquinas de afeitar. Aunque también hay objetos modernos, como hisopos y peinetas de cobre, que están a la venta.