El conteo final de votos de la autoridad electoral mexicana confirmó hoy el triunfo presidencial de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La consistencia entre los resultados del cómputo final y las cifras liberadas justo después de la elección, sin embargo, no acalló sospechas de la compra de votos y denuncias entre los partidos que se enfrentaron el domingo a comicios nacionales.
El Instituto Federal Electoral dijo que según el conteo final Peña Nieto conquistó un 38,21% de la votación, seguido de Andrés Manuel López Obrador, del partido izquierdista de la Revolución Democrática (PRD), con 31,59% de los sufragios. La candidata del oficialista Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, se mantuvo en la tercera posición con 25,41% de la votación y Gabriel Quadri, del minoritario Nueva Alianza, en cuarto lugar con 2,29%.
El conteo preliminar después de las elecciones del domingo mostraba resultados similares, con Peña Nieto más de seis puntos arriba de su rival principal.
El PRI denunció ayer a la izquierda de realizar un montaje para acusarlo falsamente de intentar comprar el voto, luego que miles de personas acudieron esta semana a una cadena de supermercado a canjear unas tarjetas prepagadas que según dijeron se las regaló el PRI. La dirigencia del partido informó que presentará una denuncia ante la Procuraduría General de la República para que investigue un posible montaje en su contra.
"Montaron una burda farsa, una representación teatral en la que le pusieron a gente camisetas del PRI y del Verde, los llevaron con cámaras de televisión y con cámaras fotográficas para mostrar cómo llegaban a una tienda... y montar una representación teatral que no corresponde con la realidad", dijo en conferencia de prensa el vocero del PRI, Eduardo Sánchez.
López Obrador dijo que el PRI está en su derecho de denunciar, pero los llamó "cínicos" y "corruptos." "Nosotros nunca hemos comprado un voto", dijo López Obrador en conferencia de prensa donde pegaron las tarjetas del supermercado Soriana alrededor del podio.
El vocero de López Obrador, César Yáñez, calificó de "absurdo" que la izquierda hubiese planeado un "montaje" contra el PRI. "Mejor que acepten ya su responsabilidad", dijo.
Al principio de esta semana, The Associated Press entrevistó por separado a por lo menos una docena de personas en una de las tiendas, las cuales dijeron que habían recibido las tarjetas de seguidores del PRI.
Vázquez Mota, quien admitió su derrota menos de una hora después de que se cerraran las casillas, se unió a las acusaciones ayer y refirió que "aunque el resultado final no se altere, deben sancionarse las acciones que corrompen la vida democrática".
"Necesitamos que la autoridad electoral revise con todo detalle también los gastos de campaña que evidentemente rebasan los topes establecidos por la ley de algunas fuerzas políticas", expresó Vázquez Mota en rueda de prensa. "Además se asocian a la compra y coacción a los votantes".
Las autoridades electorales comenzaron el miércoles el cómputo de los poco más de 143.000 paquetes (cada uno equivalente a una casilla) y anticiparon que volverían a contar 78.012 ante inconsistencias detectadas en las actas. El cómputo oficial finalizado hoy ya incluye el recuento.
La ley electoral señala que para recontar los votos, debe haber errores en la transcripción de datos en las actas, o existir una diferencia de un punto porcentual o menos entre el primero y segundo lugar, o que todos los votos de una urna hayan sido depositados a favor de un solo partido.
López Obrador exigía que se recontará la totalidad de los votos, aunque el Instituto Federal Electoral señaló que sólo se volverían a contar aquellos paquetes cuyas actas tuvieran irregularidades.
A diferencia de Vázquez Mota y Quadri, López Obrador no reconoció su derrota antes de los resultados del cómputo final. Ha anticipado que impugnará diversas irregularidades que habrían afectado los resultados como posible compra de votos.