El presidente de México, Enrique Peña Nieto, presenta su plan de Justicia que contempla una reforma constitucional para suprimir las policías municipales, tras la crisis desatada por la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala, ocurrida hace más de dos meses.

La idea es pasar de más de 1.800 policías municipales a 32 corporaciones de seguridad "más confiables, profesionales y eficaces".

El mandatario mexicano fue obligado a dar un golpe de timón para fortalecer el Estado de derecho y para evitar que los hechos ocurridos en el estado de Guerrero se vuelvan a repetir.

En un acto en el Palacio presidencial, con la presencia de todos los gobernadores del país y los representantes de los Poderes de la Unión, el presidente mexicano propuso "la creación obligatoria de policías estatales únicas, para crear un nuevo modelo policial".

"Definí como primer eje de mi gobierno lograr un México en paz", afirmó Peña Nieto ya que según él, "sólo a través de un Estado de Derecho podremos superar juntos los retos de la inseguridad, corrupción e impunidad".

Tras la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela de Ayotzinapa quedó en evidencia los lazos entre las autoridades locales mexicanas con el crimen organizado, ya que el alcalde José Luis Abarca y su esposa estaban involucrados con el cartel de los Guerreros Unidos, que habría sido el encargado de hacer desaparecer a los jóvenes.

Ante ese escenario, el mandatario de México anunció que enviará al Congreso una ley contra la infiltración del crimen organizado en las municipalidades que "será fundamental para reconstruir el Estado de derecho".

Los primeros estados en adoptar las reformas serán Guerrero, Jalisco, Michoacán y Tamaulipas.

Además, el presidente alentó la creación de un teléfono único para emergencias a nivel nacional y propuso que fuera 911.

Se creará además un sistema nacional de búsqueda de personas no localizadas e información genética.