"Avanzaremos gradualmente en la gratuidad universal y efectiva de la educación superior, en un proceso que tomará seis años". Este mensaje, incluido en el programa de gobierno de Michelle Bachelet, fue recordado ayer en el oficialismo, donde se manifestaron sorprendidos por el planteamiento del ministro Nicolás Eyzaguirre de financiar sólo los primeros cuatro años de estudios superiores con recursos del Estado.
Entrevistado por El Mercurio, el titular de Educación había señalado que el resto de los años,
"debiera
ser financiado con cargo a la renta futura del estudiante u otra forma equivalente". Argumentó que esa fórmula "compatibiliza correctamente gratuidad con esfuerzo personal".
Era la primera vez que una autoridad del gobierno entregaba, al menos en parte, detalles de lo que sería la reforma en el plano de la educación superior. Pero lo hacía -a juicio de varios en la Nueva Mayoría- sin entregar ningún fundamento y, sobre todo, en discordancia con una de las principales promesas de campaña.
Por la noche, en Canal 13, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, relativizó el planteamiento de su par de Educación: "Lo que dice el ministro tiene que ver con una primera aproximación, en ningún caso esa es la decisión final. Esta es una propuesta". Y agregó que el gobierno está "en pleno proceso de conversaciones y de diálogo".
Durante la jornada, desde el oficialismo emplazaron a Eyzaguirre a informar en profundidad los alcances de su idea. En la directiva del PS, de hecho, comentaron que quieren recibir detalles concretos antes de definir una postura.
En este contexto, será clave la reunión de hoy del comité político de La Moneda, entre ministros y presidentes de partidos, y a la que Eyzaguirre se ha sumado en los últimos meses.
Ayer, en el bloque oficialista y en la dirigencia estudiantil criticaron derechamente la posibilidad de limitar la gratuidad a cuatro años. Entre otros factores, acusan "improvisación", "incoherencia" con la promesa de campaña e "inconvenientes prácticos", por la diversidad de años de duración que exhiben las distintas carreras universitarias.
"Comprometimos gratuidad. Quiero escuchar al ministro Eyzaguirre, porque su propuesta está lejos de la promesa presidencial y de la demanda ciudadana", dijo el presidente del MAS, Alejandro Navarro.
Con distancia reaccionó también el jefe de los senadores DC, Jorge Pizarro: "Lo importante es que Eyzaguirre vaya acotando sus ideas, porque primero dice una cosa y después otra".
La tramitación de la reforma educacional preocupa al oficialismo, donde han resentido los cuestionamientos que sectores del bloque han lanzado contra algunas medidas. Reparos que se dan en medio de las presiones de algunos por negociar un acuerdo con la oposición, tal como se hizo con la reforma tributaria.
Hay quienes incluso advierten un intento por debilitar a Eyzaguirre como una forma de bloquear la reforma, una preocupación que exteriorizó el senador PS Fulvio Rossi en La Tercera.
Pese a defender la gestión del ministro, el jefe de los senadores PPD, Guido Girardi, calificó como "complejo" costear sólo cuatro años de estudios, ejemplificando con Medicina, que dura entre siete y 10 años.
El diputado Giorgio Jackson, ex dirigente estudiantil, afirmó que falta una "justificación" para el criterio propuesto por Eyzaguirre.
"Se está fijando de manera apresurada y arbitraria un parámetro para fijar una limitación presupuestaria", dijo Jackson, advirtiendo que aún falta debatir cuáles serán las exigencias para el financiamiento de la educación superior. "Cuando demandamos que la educación fuera un derecho, estábamos pensando en completar las carreras, pero me parece razonable que tengamos una discusión", agregó.
Más sorprendido se mostró el presidente de la Comisión de Educación de la Cámara, Mario Venegas (DC), quien dijo que "el ministro nunca lo había planteado y me genera muchas dudas". Y agregó: "Siempre entendí que la gratuidad implicaba un financiamiento para todo el pregrado. Si bien puedo entender el razonamiento, creo que no resuelve un problema, que es que tenemos carreras de distinta duración. No es justo el trato".
Una crítica más dura en contra del gobierno planteó la presidenta de la Fech, Melissa Sepúlveda, aludiendo a los objetivos que ha transmitido La Moneda en los últimos meses (entre otros, terminar con la "segregación"). "La decisión arbitraria de sólo financiar los cuatro primeros años llevará a que aquellos que no pueden pagar opten por carreras más cortas y licenciaturas, y quienes puedan pagar accedan a otros tipos de carreras, lo que profundiza el modelo de segregación", advirtió.
En la misma línea, su par de la Feuc, Naschla Aburman, dijo que "gratuidad por cuatro años no es gratuidad, pues los derechos no tienen fecha de vencimiento y no pueden estar sujetos a una medida sin fundamentos".